Racing cayó 1-0 ante Flamengo en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores, pero la jugada más comentada no fue el gol: sobre el final, Marcos Rojo dejó inconsciente y ensangrentado a su propio compañero Santiago Sosa tras un tremendo codazo accidental.
La noche del Maracaná dejó algo más que un resultado adverso para Racing Club. En el cierre del duelo ante Flamengo, el defensor Marcos Rojo protagonizó una acción que heló la sangre a propios y extraños: al disputar una pelota aérea, impactó con el codo de lleno en el rostro de su compañero Santiago Sosa, quien terminó con una profunda herida y el ojo derecho completamente inflamado.
El ex River Plate quedó tendido en el césped y debió ser atendido durante varios minutos por el cuerpo médico académico. Pese al dolor y el sangrado, pidió volver al campo para terminar el partido. Más tarde, fue trasladado al Hospital Quinta D’Or de Río de Janeiro, donde los estudios confirmaron una fractura de seno maxilar superior derecho. Ya recibió el alta y será evaluado en Buenos Aires por un especialista maxilofacial.
La jugada se produjo en tiempo de descuento, cuando Racing buscaba con desesperación el empate tras el gol de Flamengo a los 88 minutos. En esa acción, el remate de Carrascal —que se desvió en Rojo— terminó dándole la victoria al conjunto brasileño por 1 a 0, resultado que deja abierta la serie de cara a la revancha en Avellaneda.
“El resultado es negativo, pero hicimos un gran esfuerzo. Luchamos ante un gran rival y lo podemos dar vuelta con nuestra gente”, declaró Rojo al finalizar el partido, intentando bajar la tensión del cierre.
La imagen de Sosa, con el rostro ensangrentado y el ojo cerrado, fue una de las postales más duras de la jornada y generó preocupación en el cuerpo técnico encabezado por Gustavo Costas. El entrenador, sin actividad local por la pausa electoral, contará con algunos días para recuperar a sus futbolistas de cara al partido decisivo del martes 29 de octubre a las 21.30 en el Cilindro.
