Esta mañana, Alerta Banda reveló la historia de Marcelo Barraza, un hombre que se encuentra en situación de calle y que hace 10 años no veía a su hija, Marcela. Él se había acercado al centro de monitoreo para pedir acompañamiento y orientación, ya que hace mucho tiempo su vida había perdido rumbo y con eso, sus vínculos familiares.
Esta tarde, el equipo de monitoreo hizo posible que “Tito”- como dijo apodarse- se reencontrara finalmente con su hija, un momento totalmente satisfactorio que quedó grabado por el personal de seguridad. Desde allí, antes del esperado episodio, el hombre dijo que intentará “recuperarse”.
En esa “previa”, dijo sentirse “emocionado” y agradeció a todo Alerta Banda y a la gente que colaboró para que pudiera ver de nuevo a su hija. “tengo ganas de abrazarla, voy a recuperarme, voy a tratar de verla día a día”, sostuvo entre sollozos.
Además dijo que es creyente y que siempre tiene en cuenta la palabra de Dios. “Es muy bonita y dice: ‘Dios es mi padre, mi amigo y mi fiel compañero. En él tengo que confiar”, parafraseó. Destacó que todavía hay gente que quiere ayudarlo. “La mano que me está dando Alerta Banda ahora es enorme, quiero que vean todos el encuentro con mi hija”, expresó mientras esperaba a la mujer.
En las imágenes se puede ver que a su llegada, ambos se funden en un abrazo que llega más de una década después. Un momento muy conmovedor para todos los que estuvieron presentes en el lugar y los que colaboraron con la búsqueda de Marcelo.
Cómo comenzó todo
El equipo de Alerta Banda difundió a través de sus redes la situación del hombre. Según precisaron, se había mostrado “abierto al diálogo” y había compartido parte de su historia de vida, “con el deseo de recibir acompañamiento y orientación”.
“Nos contó que anteriormente residía en la Ciudad Capital, Barrio 8 de Abril, y que en la actualidad se dedica a la venta ambulante como medio de sustento. Al recordar su pasado y sus vínculos familiares, se mostró emocionalmente movilizado, expresando nostalgia y tristeza, especialmente al hablar de su hija Marcela J Barraza, residente en la ciudad de Quimilí”, manifestaron.
Quería reencontrarse con ella porque anhelaba “poder disfrutar junto a su hija los años que le quedan de vida”. “’Quiero vivir mis últimos años a su lado’”, les había explicado. Desde entonces, empezaron a trabajar para dar con el paradero de la mujer.
Lo único que recordaba es que vivía frente a la terminal. “Cada dato es importante, y tu ayuda puede marcar la diferencia para reunirlos. Por favor, si tienes alguna información, no dudes en comunicarte”, solicitaban.
Afortunadamente, la información no tardó en llegar y la mujer se enteró también de que su padre quería verla. En horas de l tarde llegó hasta el centro de monitoreo bandeño, donde se produjo el reencuentro.
