China tomó la decisión de que para ser influencer las personas antes deben pasar y graduarse en la universidad. La medida forma parte de la política de Estado de regulación de los streamers que en el lugar se viene llevando a cabo hace algunos años.
A partir de ahora, los influencers deberán poseer un título universitario para poder hablar públicamente de temas considerados “delicados” como política, salud, economía, derecho o educación, entre otros. Quienes no cumplan con esta norma se enfrentarán a sanciones que pueden alcanzar los ¥100.000, según las nuevas regulaciones del gobierno chino.
La medida, impulsada por la Administración del Ciberespacio de China, busca “garantizar la veracidad y responsabilidad de la información compartida en redes sociales”. En un contexto donde las plataformas digitales tienen cada vez más peso en la opinión pública, el país asiático apunta a controlar los contenidos y exigir una formación académica como requisito básico para tratar temas sensibles.
En China, los influencers son figuras con gran presencia en plataformas y, al igual que en el resto del mundo, se dedican a generar contenido, construir comunidades y recomendar productos o servicios. Sin embargo, el gobierno considera que, cuando se trata de temas de interés público, deben tener un respaldo profesional.
