La provincia se vio consternada ayer por la muerte de Gastón Roldán de 21 años, un policía que prestaba servicio en la Departamental de Quimilí.
Roldán recibió un disparo en la cabeza por un arma que fue accionada por su compañero Carlos Javier Gauna, quien se encuentra detenido por el caso.
Ayer, mientras la investigación da sus primeros pasos, el abogado de Gauna, brindó declaraciones periodísticas en las que busca adelantarse y fijar una posición sobre lo ocurrido.
“Es un hecho lamentable, se trató de un accidente”, deslizó el Dr. Marcelo Castillo Gioya, defensor del presunto autor material del disparo.
Además de Gauna, fueron detenidos otros dos policías presentes al momento de la tragedia: Vélez y Cisterna.
“Está muy compungido –por Gauna-, se han criado prácticamente juntos, se han recibido juntos en la Escuela de Policía. Es una desgracia”, aseguró Castillo Gioya.
El letrado insistió en que no hubo “intención de matar”, por lo que consideraba que el caso debía encuadrarse en “homicidio culposo”.
La Unidad Fiscal de Violencia Institucional llevará adelante la investigación. Se prevé que mañana jueves podrían comenzar las indagatorias de los tres detenidos.
Por otra parte, la Fiscalía aguardará los informes de la autopsia practicada por forenses y pruebas de presencia de pólvora entre los policías presos.
Al tratarse de un hecho en el que están involucrados policías, se presume que las pericias estarán a cargo de expertos de Gendarmería Nacional, para asegurar la transparencias de los resultados.
Los restos del policía Roldán fueron entregados hoy a su familia para su sepelio.
