Violencia de género, ciberdelito y extorsión: El “dueño de un gimnasio” suma graves denuncias

Tras la difusión de un conflicto frente a un gimnasio en la calle Pedro León Gallo, la familia de la joven señalada como agresora rompió el silencio. Carlos Bassett, padre de la muchacha (a quien identificamos como M, de 20 años), se comunicó con Info del Estero para ofrecer su versión y, a su vez, realizar graves acusaciones contra la pareja denunciante.

La versión del padre

Carlos Bassett fue tajante al asegurar que ni él ni su hija estuvieron presentes en el lugar de los hechos, ni fueron los autores de las agresiones. El padre de M afirmó que la denuncia presentada por la joven de apellido Pereira (domiciliada en el barrio Juan Felipe Ibarra) y su pareja, el dueño del gimnasio (identificado como Corti), es completamente falsa.

“Corti está acostumbrado a realizar denuncias falsas en contra de la gente, él se maneja así,” explicó Bassett.

Según el padre, esta denuncia es una “maniobra desesperada” porque M ya había denunciado a Corti en Fiscalía por violencia de género. Bassett enfatizó que la relación entre su hija y el instructor había terminado, y que existen “pruebas contundentes” de las agresiones.

El descargo no terminó allí, Bassett añadió que el dueño del gimnasio también está denunciado por ciberdelito por crear supuestas cuentas falsas para difamar a su hija, también por agresiones previas: además, relató que hace una semana, Corti y su actual pareja habrían privado de la libertad y extorsionado a M por un celular, ocasión en la que la joven habría sido golpeada por Pereira.

El padre de M destacó que todos estos hechos y pruebas (fotos de golpes, capturas de pantalla de amenazas, y audios) ya están asentados en la Fiscalía y son manejados por la Dra. Gómez Castañeda y la Dra. Andrea Juárez.

 

El temor de la madre: Antecedentes de violencia y falta de seguridad

Elizabeth Paz, madre de M, también dialogó con este medio. La mujer recordó que su hija fue pareja del instructor durante varios años y que, si bien los primeros tiempos fueron sin problemas, luego comenzó a sufrir un calvario de agresiones físicas, verbales, manipulaciones y amenazas de muerte, de las cuales también hay audios.

La Sra. Paz expresó su profunda preocupación y temor ante la falta de seguridad que tienen, temiendo que el denunciado tome represalias contra ellas en el domicilio familiar.

Finalmente, Elizabeth Paz mencionó haber recibido apoyo de otras mujeres que, según ella, no se animan a denunciar públicamente al dueño del gimnasio.