Gustavo Vila, el gremialista que se plegó a Mercado Libre podría llegar a la conducción de la CGT

La CGT se prepara para renovar autoridades y por primera vez en décadas aparece el nombre del hijo de un empresario, como postulante a la conducción. Se trata de Gustavo Vila, hijo de Daniel Vila, ejecutivo ligado a América y al Grupo UNO medios, además de ser titular del sindicato de carga y descarga.

Lo llamativo de su candidatura es que Vila tiene una visión centrada en el modelo funcional de Mercado Libre, la compañía de Marcos Galperín, a la que el Gobierno apunta como modelo para la reforma laboral. “Su figura se inscribe dentro de una lógica que combina pragmatismo empresarial, sindicalismo liviano y una visión de productividad flexible”, apunta el medio Mundo Poder.

De este modo, el empresario aparece como nexo del conocimiento sobre los códigos de la logística actual, a la vez que es capaz de llegar al empresariado, como así también a los actores del Gobierno. Su sindicato fue clave en 2018, cuando se montó la planta de Mercado Libre en el Mercado Central, un proyecto que implicó la introducción de nuevas formas de organización laboral: banco de horas, vacaciones fragmentadas y flexibilidad horaria. Todo eso, hoy, es materia de debate en el Congreso.

Quien introdujo el nombre de Vila para la conducción de la CGT fue Luis Barrinuevo, el sindicalista gastronómico presionó para ubicar en el triunvirato de mando a un hombre propio con el argumento de que Carlos Acuña, uno de los salientes, fue designado por su espacio, en 2016, cuando se reunificó la CGT.

Pero, claro, la llegada del jefe del sindicato de Carga y Descarga al triunvirato cegetista no sólo marcaría el desembarco de un apellido empresario en la cúpula del movimiento obrero. También representaría la consolidación de una alianza implícita entre la lógica del capital digital y el sindicalismo de servicios, un fenómeno que hasta hace poco parecía imposible.

El recambio de la cúpula de la central obrera se define hoy en un congreso en el estadio de Obras Sanitarias. La central obrera decidió en su momento no adelantar la renovación de su conducción. La estrategia fue esperar el resultado de las elecciones para realizar un diagnóstico del nuevo escenario político.

Fuentes de la organización admiten que el resultado adverso para el peronismo genera interrogantes y la necesidad de reconfiguraciones internas.