Los rubros fuera de los de “primera necesidad” atraviesan una dura crisis, debido a la gran caída de ventas y de la actividad. Por un lado, los dirigentes empresariales plantean que la apertura de importaciones generó una oferta mucho más amplia de la que puede soportar la demanda interna. Además, los consumidores usan la tarjeta de crédito para comprar alimentos.
Así lo advirtió Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara del Sweater en una entrevista con el streaming Inteligencia Empresarial. “Es el problema más importante que tenemos, la caída de la demanda. La gente está comprando con tarjeta de crédito el alimento, ni ropa, ni calzado”, señaló sobre el panorama actual.
Según precisó, este año se abrieron unas 14.000 nuevas claves Únicas de Identificación Tributaria (CUIT) ante ARCA por parte de importadores. De hecho, el 60% de la ropa que usa en Argentina es importada, de modo que, cuando el precio de la ropa aumenta, “no es responsabilidad” de los empresarios.

Una estimación del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) señala que medido en moneda constante de octubre a noviembre de este año, los calzados y la indumentaria bajaron sus precios más de un 30%. Por el contrario, el rubro de servicios se encareció un 53%.
De allí se explica que aunque sea en términos relativos más barato comprar ropa que pagar la factura del gas, el ingreso medio de las personas no alcance y entonces tenga que recurrir a mecanismos que sirvan para “estirar” el mes.
Bergaglio admite de algún modo que los precios del sector se redujeron en términos relativos respecto a otros bienes de la economía. Sin embargo, no es debido a la competencia. “Hay sobre stock de mercadería. Las ventas están caídas porque ingresó una cantidad de mercadería importante y ahora hay más zapatos de los que puede absorber el mercado”, planteó.
“El ingreso de mercadería no hizo bajar el precio de los productos. El sobre stock es lo que hace bajar los precios. Eso pasa con los productos nacionales e importados”, ratificó el empresario.
A esto hay que sumarle que, el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA señala que el 15% de la mano de obra contratada regularmente presenta en el país algún síntoma de riesgo alimenticio.
