La industria manufacturera argentina no logró sostener el rebote que había mostrado en agosto y registró una nueva caída en septiembre, un mes marcado por las elecciones en Buenos Aires y una fuerte inestabilidad financiera. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Producción Industrial (IPI) mostró una merma del 0,1% en comparación con el mes anterior, lo que representa un descenso del 3,6% respecto a mayo, consolidando un escenario preocupante al ser el segundo nivel más bajo desde abril.
Desde el rubro revelaron cifras alarmantes. La producción textil e indumentaria se vio drásticamente afectada, con una caída de 6,1% en septiembre. Fuentes del sector atribuyen esta baja a una combinación de la disminución de la demanda y la apertura comercial, que generó un entorno adverso para la producción local.
En este sentido, la industria textil sufrió un desplome del 22,4% en comparación con su último pico en mayo, reflejando la gravedad de la situación.
La industria automotriz también contribuyó a este declive, con una baja del 14,8%, mientras que los productos de caucho y plástico cayeron un 13,3%, y las industrias metálicas básicas descendieron un 10,4%. Los expertos advierten que la falta de regulaciones aduaneras y el aumento del contrabando agravan aún más el contexto, destacando que las importaciones se están realizando a precios históricamente bajos.
En el marco de estas caídas, el oficialismo enfrentó un duro revés en las elecciones bonaerenses, lo que generó un clima de desconfianza hacia el plan económico vigente. Muchas empresas optaron por postergar decisiones de inversión ante la incertidumbre política y económica.
A pesar de esto, el impacto en la industria va más allá del mero “riesgo kuka”, evidenciando problemas estructurales más profundos en el modelo económico actual. A nivel macroeconómico, la dinámica del déficit comercial con Brasil se intensificó, especialmente en el sector automotriz, donde las exportaciones argentinas disminuyen frente a un aumento de importaciones debido a la creciente penetración de vehículos chinos en el mercado.
Un especialista del sector subrayó la discrepancia entre el aumento en las ventas a concesionarias y la producción, que vio meses de colapso.
Aunque la situación es crítica, hay algunos sectores que mostraron signos de crecimiento en el mes analizado, como la refinación de petróleo (+17,2%) y la maquinaria y equipo (+2,2%). Sin embargo, en términos interanuales, la industria presenta un retroceso del 0,7% en septiembre, aunque muestra una leve mejora acumulada del 3,8% en lo que va del año, alimentada por una baja base de comparación en los primeros meses de 2024.
Mientras el panorama se torna incierto, la necesidad de reformas estructurales se vuelve cada vez más apremiante para revitalizar la industria manufacturera argentina.
