El Gobierno aceleró las conversaciones con Estados Unidos para lograr un cupo de exportación sin aranceles para acero y aluminio y dejó en claro que busca un anuncio antes de fin de mes. La gestión de Javier Milei decidió retomar el modelo aplicado en 2018 y empujar un acuerdo que marque un giro fuerte en su comercio bilateral.
Las charlas avanzan dentro de un paquete más amplio que incluirá la aplicación plena de la cuota de carne argentina hacia Estados Unidos, que suma 80.000 toneladas anuales. “Estamos afinando el acuerdo y queremos confirmar todo antes de que termine noviembre”, deslizó una fuente cercana a la mesa de negociación. El objetivo es aprovechar la sintonía política con Donald Trump y trasladarla al plano económico.
En paralelo, el Gobierno espera un gesto que dé impulso político a la negociación: la visita del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, que podría concretarse antes de que termine 2025. El canciller Pablo Quirno y el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, son quienes cargan con la agenda y viajan seguido para mantener el ritmo de las charlas. “La agenda está full”, dijo Quirno en un foro reciente ante empresarios locales.
El contexto bilateral sumó condimentos en los últimos meses. Trump intervino con un swap de USD 20.000 millones y compras directas de pesos para contener la volatilidad cambiaria antes de las elecciones legislativas argentinas. Ese respaldo consolidó la relación personal entre ambos presidentes y dejó un escenario propicio para avanzar sobre acuerdos comerciales que habían quedado estancados. El eje argentino se centra en tres productos: carne, acero y aluminio. Son los rubros más expuestos a las tarifas que impone el mercado estadounidense. Combustibles, derivados y minerales ya ingresan sin cargas, porque Estados Unidos los considera estratégicos. Esa ventana deja margen para concentrar esfuerzos en los sectores más golpeados por los aranceles.
Las cifras respaldan la urgencia. Entre 2014 y 2023, Argentina acumuló un déficit comercial promedio de USD 3.666 millones anuales frente a Estados Unidos. En 2024 se produjo un giro inesperado: la caída de importaciones por la recesión dejó un superávit de USD 228 millones, el primero desde 2005. Ese resultado dio aire político y reforzó la idea de avanzar con un acuerdo que equilibre la relación.
Las exportaciones argentinas alcanzaron USD 6.464 millones en 2024. Más de la mitad fueron combustibles y derivados, mientras minerales y aluminio sumaron volumen constante. Las economías regionales también encontraron en Estados Unidos un socio vital. El 73,6% de la miel enviada al exterior en 2024 terminó en ese mercado, igual que el 57,1% del limón argentino y una porción relevante de vinos, cítricos, té y productos pesqueros.
El aluminio ocupa un rol central en esta negociación. En 2024, el 54% de las exportaciones argentinas del sector llegó a Estados Unidos. Una rebaja arancelaria generaría impacto directo en Aluar, que destina más del 70% de sus envíos al exterior. Con ese objetivo, el Gobierno redujo al 0% las retenciones para destinos que aplican tarifas superiores al 45%. La búsqueda de un acuerdo sin aranceles aparece como una pieza más para fortalecer el flujo comercial y ampliar el margen exportador.
