“Dios, patria y familia”: Rodrigo Paz Pereira asumió como nuevo presidente de Bolivia

El centroderechista Rodrigo Paz Pereira juró como nuevo presidente de Bolivia, en una ceremonia realizada en la Asamblea Legislativa de La Paz, bajo el lema “Dios, patria y familia”, que utilizó durante toda su campaña. El acto contó con la presencia de varios mandatarios de la región, entre ellos el presidente argentino Javier Milei, quien asistió acompañado por su hermana Karina Milei y el canciller Pablo Quirno.

“Dios, patria y familia, sí, juro”, fueron las palabras con las que Paz asumió formalmente el mando ante su vicepresidente, el expolicía Edmand Lara, y los legisladores de ambas cámaras.

Paz Pereira, nacido en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, fue electo en la segunda vuelta del 19 de octubre con un 54,96 % de los votos, superando al exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga, quien obtuvo el 45,04 %.

Entre los asistentes a la ceremonia estuvieron los presidentes Gabriel Boric (Chile), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay) y Yamandú Orsi (Uruguay), además del vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, y representantes de la Unión Europea y Estados Unidos.

Paz asume el poder en medio de una profunda crisis económica marcada por la falta de dólares y combustibles, el aumento del costo de vida y un endeudamiento histórico. Prometió impulsar un modelo de “capitalismo para todos”, con créditos accesibles para emprendedores, rebajas de impuestos y aranceles para la importación de tecnología, además de “terminar con el Estado tranca”.

En su discurso inaugural, el presidente lanzó fuertes críticas a las administraciones del Movimiento al Socialismo (MAS), encabezadas por Evo Morales y Luis Arce, ausentes en el acto. “Nos dejan una economía quebrada, con las reservas internacionales más bajas en 30 años. Nos dejan inflación, escasez, deuda y un Estado paralizado”, denunció.

Además, apuntó: “Evo, ¿dónde está el litio? Arce, ¿dónde está el gas? Nos dejan una nación cansada, dividida, endeudada moral y materialmente. Es la peor crisis de las últimas cuatro décadas”.

El flamante mandatario también afirmó que su gobierno “no será de poder sino de servicio” y que Bolivia “volverá al mundo”, en referencia a su intención de restablecer vínculos con países democráticos. “Nunca más una Bolivia aislada ni sometida a ideologías fracasadas”, enfatizó.