Uno de los condenados por el triple asesinato ocurrido en General Rodríguez —que dejó un antes y un después en la historia del narcotráfico argentino— se encuentra internado en grave estado de salud, con patologías progresivas que ponen en riesgo su vida.
Se trata de Marcelo Schillaci, quien cumple prisión perpetua por su participación en los asesinatos de los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, ejecutados en agosto de 2008. Los cuerpos fueron encontrados torturados y abandonados en una zanja de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
Schillaci está internado desde julio de 2024 en el hospital penitenciario del penal de Ezeiza, luego de presentar una hemorragia digestiva alta que derivó en la detección de múltiples patologías: hepatitis C, cirrosis, hipertensión portal, anemia, entre otras. Según los informes médicos de la Procuración Penitenciaria, se trata de “una patología progresiva, incurable y degenerativa” que ya presenta “mal pronóstico”.
Frente a este cuadro, su defensa solicitó la prisión domiciliaria por razones humanitarias, lo que generó un cruce con la jueza de ejecución penal a cargo del expediente. La recusación presentada por la abogada de Schillaci fue rechazada por la Sala III de Mercedes. Mientras tanto, la causa original sigue sin esclarecer quién ordenó los asesinatos, un misterio que permanece abierto después de 17 años.
