El reconocido rescatista santiagueño conocido como El Polaco Riemersma, referente del refugio El Montecito de los Canichones, sorprendió a su comunidad con un fuerte anuncio: dejará de involucrarse en casos de maltrato animal y en procedimientos judiciales de rescate, debido a la falta de asesoramiento legal gratuito.
A través de una publicación en redes sociales, el rescatista informó que la abogada que lo acompañaba en estos procesos, la doctora Florencia Carol, dejó de formar parte de la organización porque ya no se dedica al derecho animal. En su búsqueda de nuevos profesionales, señaló que todos los abogados consultados solicitaron honorarios, algo que, según él, va en contra del espíritu solidario con el que trabaja la ONG.
“No nos vamos a involucrar más en denuncias por maltrato animal ni en allanamientos. Los abogados con los que hablé quieren cobrar para ayudar, lo cual entiendo está bien, pero bajo ningún concepto desde la ONG vamos a pagar para ayudar. La solidaridad no se cobra, y mil veces menos si es para ayudar a los granujas”, escribió El Polaco.
El rescatista fue durante años una de las pocas personas en Santiago del Estero que intervenía activamente en casos de maltrato, gestionando denuncias y solicitando órdenes de allanamiento para poder ingresar legalmente a domicilios donde se encontraban animales en situación de riesgo.
Ante la imposibilidad de continuar con esa tarea, recomendó a la comunidad canalizar las denuncias a través de la Asociación Bichos, otro grupo local de protección animal que, según indicó, “tiene abogados y podría encauzar las denuncias futuras”.
“Vamos a seguir ayudando en la calle como siempre lo hicimos, y vaya que nos ven en cada rincón, en cada barrio, en las rutas y en los lugares donde no va nadie. Pero la solidaridad no se cobra”, concluyó.
Tras el anuncio, numerosas personas expresaron su apoyo y preocupación en los comentarios, pidiendo que aparezcan abogados voluntarios dispuestos a sumarse a la causa. Muchos recordaron que El Montecito de los Canichones ha sido durante años el único refugio de la provincia que impulsaba acciones judiciales para rescatar animales maltratados, una tarea que ahora quedará en pausa.
