En una nueva edición de “O sea, digamos”, por Info Stream, se desarrolló un intenso debate sobre la situación del transporte público en Santiago del Estero. Participaron Luis Ger, defensor del pueblo, y Carlos Bucci, director de Tránsito y Transporte de la Municipalidad, quienes analizaron tanto los números oficiales como las quejas ciudadanas surgidas tras el informe presentado recientemente por Luana Vázquez.
Bucci resaltó que el informe de Vázquez refleja “una percepción real del usuario”, pero remarcó que desde el municipio cuentan con datos técnicos que explican parte del escenario actual. Recordó que en 2019 se registraron 19 millones de viajes anuales, con una demanda diaria de 93.000 pasajeros y tres horarios pico:
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de 7 a 8,
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de 12 a 13,
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y de 18 a 19

En esos momentos, la demanda alcanzaba 8.900 pasajeros por hora, y se trabajaba con 142 unidades en servicio. Matemáticamente, explicó, “eso implica 62 pasajeros por colectivo”, número que supera la capacidad de asientos (32), lo que obligaba a considerar la circulación con pasajeros de pie.
Con la pandemia, la demanda cayó prácticamente a cero, y al regresar el servicio se impusieron protocolos estrictos que limitaron aún más la capacidad. Recién en septiembre de 2021 se normalizó. En 2023 se registraron 14 millones de pasajeros, cifra que mostraba recuperación, pero en 2024 llegó el golpe más duro: la eliminación de subsidios nacionales. El boleto pasó de $150 a $680 en febrero, encareciendo el servicio para miles de usuarios.
Por su parte, Luis Ger fue contundente:
“Las empresas no invierten. Lo discutimos hace años y lo seguimos discutiendo”.
El defensor del pueblo coincidió con los reclamos ciudadanos sobre el mal estado de las unidades y la falta de relación entre el precio del boleto y la calidad del servicio. Recordó que el Gobierno entregó 80 unidades nuevas a las empresas y cuestionó qué se hizo luego con el dinero recibido. También remarcó que, tras la quita de subsidios, elevaron notas al presidente de la Nación, pero “nunca hubo respuestas”.
Ger reveló que la Defensoría recibe quejas todos los días, desde maltrato y falta de empatía de algunos choferes hasta la negativa a reconocer carnets de discapacidad. “La gente sufre, reniega, y muchas veces las empresas no se hacen cargo”, afirmó.
Desde el municipio, Bucci sostuvo que también llegan denuncias contra las empresas y agregó un dato preocupante:
“Existen casos de abuso por parte de las propias empresas, como falsificación de carnets de discapacidad o pases”.
Aseguró que cuando corresponde se aplican sanciones, aunque reconoció que el sistema atraviesa un momento crítico.
El debate combinó datos duros, reclamos ciudadanos y cuestionamientos institucionales, dejando en claro que el transporte público vive una crisis profunda que requiere soluciones urgentes, inversión real y un mayor compromiso de todos los actores involucrados.
