Matías Perello atraviesa uno de los momentos más importantes de su joven carrera. El jugador de Central Córdoba, que viene sumando minutos, confianza y protagonismo en el plantel profesional, habló con Info del Estero y repasó un año cargado de aprendizajes, desafíos y emociones fuertes. Con la humildad que lo caracteriza, el jugador explicó que llegó al club “como un joven que vino con ganas de ayudar” y que desde el primer día trató de absorber todo lo posible: “Gracias a Dios me dieron la oportunidad de venir a tratar de ayudar al equipo. Traté de aprender al máximo este año, aprendí muchísimo de mis compañeros y estoy muy contento de estar aquí. Soy joven y traté de aprovechar el año al máximo”, señaló.
Perello también se refirió a los objetivos del equipo y al camino recorrido: “Ya logramos el primer objetivo, que era clasificar. Teníamos la meta de entrar a la Copa, pero no se nos dio por el resultado. No llegamos, pero ahora clasificamos y lo estamos haciendo de la mejor manera”, expresó. A la vez, remarcó que el plantel está preparado para la fase definitoria y que nadie la tendrá fácil: “Poder pelear el torneo es lindo. Cuando enfrentás mata-mata somos todos difíciles”.
Una de las experiencias que marcó su año fue jugar la Copa Libertadores, algo impensado para él tiempo atrás. “Venir a Central Córdoba me abrió muchísimas puertas. Pude jugar la Libertadores, que nunca la había jugado, y enfrentar a Flamengo fue algo muy hermoso para mí”, dijo, todavía con la emoción visible al recordarlo.
El cariño de la gente es otro aspecto que lo sorprende a diario y que no deja de valorar: “Cuando se me acerca la gente me siento muy contento, muy feliz. Nunca me imaginé vivir algo así. El cariño que me dan en Santiago no lo recibí en ningún lado. A veces hasta me asombra. Hablando con mi familia les digo que este cariño no lo tuve nunca”, confesó, agradecido.
Mirando hacia atrás, Perello también dejó una reflexión íntima sobre su infancia y el camino que lo trajo hasta donde está: “Al Matías chiquito le diría que estoy muy contento porque fue un chico que nunca se rindió. En el barrio tuve muchas posibilidades de hacer cosas malas y nunca las hice. Gracias a Dios siempre tuve gente que me guió y hoy soy lo que soy por ellos”, afirmó. Y dejó un mensaje para los chicos que sueñan con jugar en Primera: “Lo primero es estudiar y nunca rendirse porque la oportunidad siempre llega. Yo la tuve a los 19 años y la supe aprovechar. El tren siempre pasa”.
Finalmente, se metió de lleno en lo que será el duelo del Domingo ante Banfield, un partido clave para cerrar la fase regular: “Va a ser un partido lindo para nosotros. Necesitamos ganar para terminar lo más alto “. “Ellos van a venir con la intención de ganar para clasificar, así que va a ser duro”, aseguró.
