José “Kino” Hoyos: la historia del luchador de Clodomira que cumplirá su sueño mundialista tras años de esfuerzo

A veces, los sueños no llegan de golpe: se construyen. Se empujan. Se sostienen aun cuando parece imposible. La historia de José Hoyos, conocido en todo Santiago del Estero como “Kino”, es exactamente eso: una demostración de que la perseverancia puede abrir puertas que la economía cerró más de una vez.

Con 33 años y una vida entera entregada al kickboxing, Kino está a punto de vivir un momento que persiguió durante más de una década: representar a la Argentina en el Campeonato Mundial Kickboxing de la WAKO 2025 en Abu Dabi,Emiratos Árabes .Y esta vez, después de dos clasificaciones frustradas por falta de recursos, finalmente podrá estar presente en la cita más importante del planeta para su deporte.

“Me dedico desde los 20 años, tengo 33 actualmente. Soy de Clodomira, tengo mi academia acá, pero toda mi carrera la hice de la mano de Emmanuel Maciel, en el Látigo Team”, cuenta con orgullo, sabiendo que ese camino lo moldeó como atleta y como persona.

Kino clasificó tres veces consecutivas al máximo certamen de su disciplina, pero recién ahora podrá decir presente. “Por cuestiones económicas no fui las veces anteriores, pero ahora, y aunque lo económico no fue fácil, tengo la oportunidad de estar presente y cumplir uno de mis sueños”, comparte, con una mezcla de alivio, alegría y emoción contenida.

Su dedicación es absoluta. Si bien compitió durante todo el año, hace tres meses ajustó cada detalle junto a su equipo para llegar al Mundial en su mejor versión. “Estamos trabajando específicamente para el Mundial. La preparación está dura, pero ya llegando a su punto final. Ahora toca ajustar la dieta un poco más para poder dar los 60 kg”, explica, dejando ver el sacrificio silencioso detrás de cada entrenamiento, cada corte de peso y cada día que empieza y termina con la mira puesta en el mismo objetivo.

Para él, este Mundial no es solo una competencia: es la coronación de años de esfuerzo, de golpes dados y recibidos, de viajes imposibles, de domingos en el gimnasio cuando la mayoría descansa. Es también una forma de honrar sus raíces y mostrar de dónde viene.

“Esto es emocionante para mí a nivel personal, significa mucho. Es el sueño de todos como atleta, poder representar a nuestra bandera argentina y más en un mundial”, asegura, dejando escapar una emoción que no necesita grandes gestos para sentirse.

José “Kino” Hoyos no viaja solo: lo acompañan su historia, su pueblo, sus alumnos, su familia, sus entrenadores y esa fuerza inexplicable que tienen quienes nunca se rinden. Desde Clodomira hasta Abu Dabi , su desafío ya es inspiración para todos los que sueñan alto, pero empiezan desde abajo.