La crisis industrial golpea nuevamente al sur santafesino. La emblemática Essen Aluminio S.A., con sede en Venado Tuerto, despidió a 30 trabajadores, lo que representa el 10% de su personal, en el marco de un proceso de reducción de producción nacional y aumento de importaciones desde China.
La empresa, que desde 1954 fue un símbolo del trabajo metalúrgico argentino y llegó a convertirse en la fábrica de cacerolas de aluminio fundido más grande del mundo, atraviesa hoy una fuerte reestructuración que preocupa tanto a los operarios como a toda la comunidad venadense.
Según trascendió, la compañía reemplazó cerca del 45% de su fabricación local por productos importados, lo que derivó en esta primera tanda de cesantías y podría implicar nuevas bajas de personal en los próximos meses.
La decisión empresarial encendió las alarmas entre los trabajadores y sectores gremiales, que advierten por la pérdida de empleo genuino, la falta de políticas de protección a la industria nacional y el impacto directo sobre la economía regional.
Frente a esta situación, la diputada provincial Beatriz Ana Brouwer presentó un proyecto de declaración en la Cámara de Diputados de Santa Fe para expresar su “profunda preocupación” por los despidos y el proceso de sustitución de producción local.
“El reemplazo de la fabricación nacional por importaciones directas no solo deja trabajadores en la calle, sino que debilita la estructura industrial que durante décadas fue motivo de orgullo para Venado Tuerto y toda la provincia”, señaló la legisladora en los fundamentos del proyecto.
