El robo de un morral que contenía $4.000.000 en efectivo y un teléfono celular en el Barrio Banfield, ocurrido el 18 de Septiembre suma un nuevo y grave capítulo. El propietario de la distribuidora damnificada, Claudio Anriquez (33), rompió el silencio y denunció públicamente la supuesta “falta de accionar policial” por parte de las autoridades, a pesar de haber aportado datos concretos sobre el presunto autor del hurto.
El hecho original, caratulado como hurto y que recayó en la Comisaría Comunitaria N° 14, ocurrió alrededor de las 23:00 horas en la intersección de Monteagudo y Coronel Rivas. Según la denuncia inicial presentada por el empleado Franco Emanuel Rodríguez (28), el dinero correspondía a la recaudación del día de la Distribuidora Palau, propiedad de Anriquez. El morral fue sustraído de una camioneta Mercedes Benz Sprinter que fue dejada sin conductor. El sospechoso fue visto huyendo en una motocicleta tipo 110 cc con el bolso y un celular Redmi 14c. La fiscal a cargo, Dra. María Montes, había dispuesto inicialmente la participación de la Brigada de Investigaciones y el relevamiento de cámaras de seguridad.
A casi un mes del hecho, Claudio Anriquez, propietario de la distribuidora, expresó su frustración ante la aparente parálisis de la investigación:”Desde el 18 de septiembre que espero novedades, llamo, me llego, hablo con los oficiales, con los de Brigada ¡y nadie sabe nada!”, manifestó Anriquez.
El empresario relató que no solo dependió de la policía, sino que él mismo se dedicó a investigar. Afirma que llevó a la policía de la Comisaría 14 y a la Brigada de Investigaciones “toda la info con datos certeros de quién era el autor”.
Anriquez relató que conversó con oficiales y se comunicó con miembros de la Brigada, quienes, según su testimonio, le dijeron “No tenemos novedades”. “Una persona de la Brigada me dijo conocerlo, sabía su apodo, nombre de su mamá, en qué se movía, con quién y más todo lo que yo aporté. Del que sospecho, del que me dieron casi la certeza de que era el autor del robo,” detalló Anriquez.
Pedido de peritaje no atendido
La víctima también reveló que solicitó a las autoridades que se peritara el teléfono de su empleado, Franco Rodríguez, para “investigar dónde impactaron las líneas” y determinar si se había filtrado el dato de la recaudación antes de que llegaran al lugar del robo, pero tampoco obtuvo una respuesta.
Anriquez lamentó que se haya “cansado de la inacción” de las autoridades, al punto de dejar de ir a la comisaría a pedir novedades, esperando ahora que su denuncia pública impulse la reactivación de una causa que involucra una suma millonaria.
