A raíz de “Envidiosa”, la serie argentina que es furor en Netflix, en Treintennials hablamos de la “envidia” y las comparaciones que surgen después de los 30. Para eso, Luciana y Silvina recibieron al Lic. Maximiliano Díaz, psicólogo, escritor y catedrático quien explicó que todos “tenemos envidia”, en mayor o menor medida.
En el programa lanzamiento, este bloque de debate arrancó, como no podía ser de otro modo, por las comparaciones. Que mi amigo ya se casó, tiene hijos, auto, casa; mi compañero de la secundaria está recorriendo el mundo; mi vecina está refaccionando la casa; entre millones de situaciones imposibles de enumerar.
Pero ante eso, Díaz aclara que “la envidia es una emoción compleja que la tenemos los seres humanos (todos)”. “Por ahí caemos en esta cuestión de ‘no, yo no tengo envidia’, ‘me alegro por lo que el otro tiene’; eso es mentira”, sostuvo.
Para la psicología, “el ser humano se enfrenta ante un dolor por la carencia de algo que no tiene”. La envidia se vuelve un problema cuando “esa carencia nos lleva a una serie de acciones que muchas veces una persona puede transitar, experiencias que pueden ser negativas y llevar a un resentimiento. Ese resentimiento siempre va ligado a otra persona”, indicó.

De demonizarla a ser un sentimiento más
El profesional fue claro al explicar que la envidia, si bien tiene “mala prensa”, es un sentimiento que existe y con el que hay que aprender a convivir para convertirlo en algo superador. Pues, considera que ocurre algo similar con el egoísmo que es demonizado, pero que “es algo fundamental para empezar a desarrollar el amor propio”.
En ese sentido recordó la película de Disney Intensamente, donde se puede apreciar cómo las emociones conviven, se mezclan, toman mayor o menor protagonismo en combinaciones que nos hacen únicos.
“Todas son emociones que tenemos que aprender a validar. Una vez que aceptamos que tenemos una experiencia emocional acerca de la envidia, aprendemos a ser empáticos y a entender que no siempre se puede con todo”, dijo en un mensaje tranquilizador para los treintañeros.
Además, en ciertos casos, la envidia puede ser hasta un envión positivo, en tanto puede “llevar al ser humano a la motivación”, a accionar para que ocurra aquello que desea.
¿Las mujeres son las más envidiosas?
Un tema que el también escritor y docente prefiere “tomar con pinzas”, tiene que ver con el pensamiento generalizado de que las mujeres son más envidiosas que los hombres. Cree, más bien, que se trata de una cuestión de expresión.
“El hombre es mucho más despistado esta cuestión, pero no quiere decir que no exista envidia”, afirmó. Solo a modo de ejemplo recordó las situaciones de violencia que se generan en los partidos de fútbol, a veces sin razón aparente, cuando el origen es que uno ve a un compañero o rival, ser más habilidoso.
“Y puede que entre las mujeres, la envidia se manifieste desde la crítica. La envidia está todo el tiempo. Hay que validarla, pero no quedarnos con ese dolor de la carencia por no tener algo que otro tiene”, puntualizó.
En Treintennials analizamos todos estos temas tan complejos, pero sin perder el humor y, por supuesto las ganas de saber qué dicen los profesionales. No te pierdas nuestro próximo programa el jueves a las 20.00 por Info Stream.
