Choque diplomático en la previa del Mundial: Irán no enviará delegados a Washington

La Federación Iraní de Fútbol anunció que no enviará representantes al sorteo del Mundial 2026, que se realizará este viernes 5 de diciembre en Washington, luego de que Estados Unidos negará los visados a varios integrantes de su delegación. La decisión escalará la tensión diplomática entre ambos países e introduce un conflicto político en la antesala del evento deportivo más importante del planeta.

Amir Mehdi Alavi, portavoz de la federación, confirmó que comunicaron oficialmente a la FIFA su ausencia: Hemos informado que las decisiones tomadas no tienen nada que ver con el deporte y que los miembros de la delegación iraní no participarán en el sorteo del Mundial.

Irán exigió la intervención directa del organismo que regula el fútbol mundial. Mehdi Taj, presidente de la federación, aseguró que elevaron un reclamo a Gianni Infantino para que la FIFA exija separar los conflictos políticos de los eventos deportivos. Hasta el momento, no hubo una respuesta pública del ente rector ni señales de gestiones paralelas para facilitar la presencia iraní en Washington.

La disputa vuelve a poner sobre la mesa cuatro décadas de tensiones entre ambos países, marcadas por enfrentamientos diplomáticos, sanciones económicas y negociaciones nucleares estancadas. La reciente escalada militar en la región agravó aún más el escenario, y el sorteo organizado en territorio estadounidense reavivó las fricciones.

En el plano deportivo, Irán llega al Mundial tras asegurar su clasificación en marzo y disputará su séptimo torneo ecuménico. El historial con Estados Unidos también suma simbolismo: el recordado triunfo 2-1 de 1998 sigue siendo considerado un hito nacional, mientras que en Qatar 2022 los estadounidenses se impusieron 1-0 y dejaron fuera a la selección persa.

A pocos días del sorteo, la ausencia de Irán plantea un desafío adicional para la FIFA, que deberá resolver cómo continuar sin la presencia física de uno de los equipos clasificados y manejar una crisis que trasciende ampliamente lo futbolístico.