El Gobierno nacional formalizó el envío al Congreso de un proyecto de reforma profunda del Código Penal que será tratado en sesiones extraordinarias. La iniciativa tiene como eje el endurecimiento de penas, la ampliación de figuras agravadas y la limitación de salidas transitorias.
Los detalles del plan fueron anunciados este lunes por la entonces ministra de Seguridad, y ahora senadora, Patricia Bullrich, en una presentación coordinada con el vocero presidencial, Manuel Adorni. Según explicaron, se trata de una actualización “indispensable” de una norma con un siglo de antigüedad, cuyo diseño, aseguran, quedó desalineado frente a los desafíos del escenario actual.
Bullrich afirmó que el nuevo Código Penal busca “dar vuelta la realidad de cuáles eran los más favorecidos: los delincuentes, los violadores y los asesinos”, y plantea que el 82% de los delitos se castiguen con prisión efectiva. El proyecto, que busca aplicación federal en todo el país, incluye cambios normativos para agravar las penas por delitos como corrupción y abuso sexual de menores.
Endurecimiento punitivo y cambios claves
El proyecto se estructura sobre modificaciones esenciales en delitos graves y en el régimen de cumplimiento de las condenas:
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Homicidios y Perpetua: Eleva la pena máxima del homicidio simple de 25 a 30 años. Las condenas a prisión perpetua por homicidio agravado pasarán a ser sin límite temporal (“para toda la vida”).
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Prisión Efectiva: Se exige que toda pena aplicada tenga cumplimiento efectivo, y quien porte un arma sin autorización enfrentará una condena taxativa.
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Imprescriptibilidad: Se establece la imprescriptibilidad para delitos graves y gravísimos, como homicidios graves, abuso sexual, sustracción de menores, trata de personas y corrupción.
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Víctimas: La víctima será la primera persona notificada cuando un condenado acceda a salidas transitorias o cumpla su pena.
Corrupción, delitos viales y nuevas figuras
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Corrupción: Endurece significativamente las penas para funcionarios públicos y establece la pérdida de jubilaciones de privilegio para los condenados.
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Delitos Viales: Agrava las penas por lesiones por conducción imprudente, temeraria o bajo el efecto de sustancias, y por carreras ilegales.
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Nuevos Delitos: Introduce figuras específicas para el Cibercrimen (grooming, fraude), el delito de Ecocidio y contaminación agravada, y tipifica las conductas delictivas cometidas por “motochorros”.
El debate penal: ¿eficacia o populismo?
El abogado penalista Pedro Despouy advirtió sobre los límites del endurecimiento punitivo. Si bien reconoció que el proyecto interpela una demanda social, sostuvo que “no necesariamente el aumento de penas significa más seguridad”, catalogando esta política criminal como un “populismo punitivo”.
Despouy alertó sobre las consecuencias estructurales del proyecto: el aumento de penas mínimas podría llevar a una mayor cantidad de personas a las cárceles, que ya están “superpobladas” y podrían colapsar. El letrado insistió en que la prevención y la contención social siguen siendo claves, y que la respuesta punitiva por sí sola no resolverá la delincuencia.
