El ciclista añatuyense Fernando Leguizamón culminó una peregrinación de casi 1.000 kilómetros en bicicleta hasta la Basílica de Nuestra Señora de Luján, provincia de Buenos Aires, motivado por su fe y por las intenciones que llevó en nombre de numerosas personas de su comunidad.
Leguizamón inició su travesía el jueves 20 de noviembre, sin certezas sobre las dificultades que encontraría en el camino. Durante el recorrido enfrentó fuertes vientos, lluvias intensas y rutas congestionadas por la época de cosecha. A pesar de ello, continuó sin pausa impulsado por su compromiso espiritual.
“La Virgen me guió y me protegió en todo momento”, expresó emocionado al llegar al santuario. “Agradezco a todos los que me acompañaron con sus mensajes y a la Virgen de Luján por hacer posible este milagro”.
La comunidad de añatuyense celebró su llegada y destacó el ejemplo de perseverancia y devoción que representa su travesía. Para muchos vecinos, su logro simboliza la fuerza de la fe y la capacidad de superar cualquier adversidad.
