Terapias con psicodélicos: el enfoque que invita a “escuchar todos los mensajes que el cuerpo nos da”

La licenciada Cecilia Petros, Psicoterapeuta Integral, brindó este martes una entrevista exclusiva en la segunda edición de Las Mañanas de Info, por el canal Infostream, donde abordó el avance de las terapias asistidas con psicodélicos, una práctica que crece en el mundo y comienza a hacerse visible también en Santiago del Estero.

Petros explicó que el uso de psicodélicos en contextos terapéuticos “no es algo nuevo”, ya que comenzó a estudiarse en la década del 70 y actualmente vive un resurgimiento por su potencial para generar “estados ampliados de conciencia” en ciertos tratamientos.

Microterapia y hongos medicinales

La especialista indicó que viene profundizando su formación en micoterapia, es decir, terapias asistidas con hongos medicinales, que pueden ser adaptógenos o psicoactivos. En el caso de estos últimos, detalló que contienen psilocibina, un compuesto psicoactivo “molecularmente muy parecido a la serotonina”, neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la memoria, la libido y la voluntad, entre otras.

“Los psicodélicos estimulan receptores y contribuyen a regular funciones importantes del organismo”, explicó.

Tratamientos integrales y sin riesgo letal

Petros remarcó que las terapias se realizan “de manera integral”, teniendo en cuenta la alimentación, el peso, antecedentes y estado general de la persona. Además, destacó que se trata de “sustancias muy seguras, sin dosis letal conocida”.

A través del Centro Argentino de Psicoterapias con Psicodélicos (CEPA) —donde trabajan nutricionistas, médicos, psiquiatras y psicólogos— se desarrollan procesos de micro y macrodosis.

La microdosis consiste en administrar el hongo en estado seco, encapsulado, lo que permite una dosificación precisa. Según Petros, en ese nivel “no se genera un componente psicoactivo ni alucinaciones”, ya que la cantidad ingerida está “por debajo del umbral perceptual”, aunque igualmente se observan beneficios neurológicos.

“Un poco lo que hacen los hongos es hablarle a la persona en su mismo idioma: te muestran lo que está dentro de vos, no te dan nada que no tengas”, sostuvo.

Macrodosis y trabajo profundo

En contraste, la macrodosis se realiza una sola vez y sí genera un efecto psicoactivo. Por eso, no está indicada para todas las personas: se evalúan patologías, medicación y estado emocional, ya que el objetivo es trabajar “en profundidad traumas, crisis o depresiones resistentes”.

Los tratamientos suelen extenderse durante tres meses, con acompañamiento terapéutico, y se emplean para abordar ansiedad, estados de ánimo bajos, consumos problemáticos, estrés y la mejora de hábitos. La ingesta se realiza en ayunas.

Un enfoque natural y ancestral

Petros subrayó que los hongos medicinales tienen un uso ancestral en diversas culturas, especialmente en la medicina china, aunque su imagen se vio distorsionada durante la época de la contracultura y por la mirada prohibicionista posterior.

“Es algo natural, que siempre existió. El capitalismo lo patentó todo, pero estas prácticas vienen desde hace mucho”, afirmó.

La terapeuta comentó además que en Santiago del Estero ya existen cultivadores dedicados a este tipo de hongos y destacó que este enfoque terapéutico invita a “escuchar más al cuerpo y menos a la mente”.

Finalmente, Petros sostuvo que las nuevas generaciones “dejaron de pensar que ir a terapia es para pocos o está mal”, y destacó que muchas veces estos tratamientos resultan “mucho más accesibles que un medicamento de farmacia”.

La profesional recomendó su uso únicamente en mayores de 18 años y siempre con acompañamiento profesional.