Los Pumas 7s estuvieron muy cerca de la gloria en Ciudad del Cabo, pero finalmente cayeron 21-19 ante Sudáfrica en una final electrizante y se quedaron con el subcampeonato. Aun así, el equipo dirigido por Santiago Gómez Cora mostró una notable recuperación tras haber finalizado en el último puesto la semana pasada en Dubái, un repunte que devuelve confianza de cara a lo que viene en el circuito.
El comienzo del encuentro fue ideal para la Argentina. A pura potencia, Luciano González Rizzoni apoyó el primer try en los minutos iniciales para abrir el marcador. Sin embargo, un error en el manejo le dio vida a los locales: Donavan Don capitalizó un pase fallido y apoyó en el ingoal para dejar el partido 7-7 cuando faltaban dos minutos y medio para el cierre de la primera mitad.
La respuesta albiceleste fue inmediata. Tras una fantástica intervención de González Rizzoni, el Rayo Moneta definió una jugada espectacular para volver a poner al frente al conjunto argentino (14-7). Antes del descanso, Sudáfrica recuperó una pelota que podría haber complicado a los Pumas, pero terminó en knock on y el equipo de Gómez Cora se fue al entretiempo con ventaja.
El inicio del complemento no pudo ser mejor. Otra vez Moneta, en una corrida larguísima desde campo propio y con su clásica velocidad demoledora, marcó el tercer try argentino para estirar la diferencia a 19-7. Sin embargo, los Blitzboks no tardaron en reaccionar. El debutante Sonwabo Sokoyi apoyó para acortar distancias y meter presión en los minutos decisivos.
Con el público de su lado y un envión anímico tremendo, Sudáfrica empujó hasta el final y logró dar vuelta la historia. Christie Grobbelaar marcó el try clave y Ricardo Duarttee acertó la conversión que selló el 21-19 definitivo, desatando la fiesta local y dándole a los sudafricanos su segundo título consecutivo en casa.
Para los Pumas 7s queda la bronca lógica por haberse quedado a un paso, pero también la satisfacción por un rendimiento mucho más sólido que el mostrado en Dubái. El equipo mostró carácter, velocidad y variantes ofensivas, elementos que alimentan la ilusión para el resto de la temporada.
