El testimonio de Nerina Micaela Pacheco pone en escena un entramado de violencia, miedo y presunto encubrimiento que, según afirma, lleva años sin respuestas. En diálogo con Info del Estero, la mujer relató cómo su vida se transformó desde que convivió con Juan Jiménez —ex policía de la Brigada, conocido como “Yimi”—, a quien acusa de golpearla, amenazarla con un arma y quedarse con la vivienda que el IPVU les adjudicó para ella y sus tres hijos.
“Por muchos años me callé porque tenía miedo. Él dejó de ser policía porque me apuntó con un arma en la cabeza y por abuso de poder”, relató. Pacheco aseguró que la situación de violencia se repetía dentro y fuera de la casa: “Nos pegaba y todas las horas nos iban a amenazar porque él hacía cosas malas en la calle”.
Según contó, la familia recibió una vivienda del IPVU, pero por temor a las agresiones tuvo que abandonarla. “Me fui por miedo… y él quedó con la casa. Ahora la usa para joda y vender drogas”, denuncia. Hoy, vive alquilando con sus hijos y asegura que destina “hasta el último peso” para pagar la renta. “A veces tenemos que ajustarnos hasta no dar más para pagar un alquiler”, expresó angustiada.
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“La justicia siempre me dio la espalda”
Uno de los puntos más delicados del testimonio apunta a presunto encubrimiento judicial. Pacheco sostiene que nunca obtuvo respuestas porque Jiménez “es amigo del fiscal”. “La justicia siempre me dio la espalda… Había oficios falsos para hacerle causas a la gente que él no quería”, denunció.
Asegura que incluso cuando Jiménez fue sometido a pericias, los resultados fueron contundentes: “Le salió en la pericia psicológica que ejercía violencia en el hogar y ni aun así me llevaron el apunte”. Según relata, todos los abogados que contrató abandonaron los trámites. “Ninguno me hacía nada porque todos son amigos de ese fiscal”.
La mujer también afirma que hace seis años Jiménez no paga la cuota alimentaria y que cada intento de reclamarla termina en nuevas amenazas. “Cada vez que le digo que lo voy a denunciar me dice que me va a sacar a mis hijas porque tiene muchos contactos en el juzgado”. Tampoco logró recuperar los muebles del hogar: “Ni una camita de mis hijas me quiso devolver”.
Un antecedente violento que nunca fue reparado
El caso tiene un antecedente grave en 2018, cuando Jiménez —entonces subinspector de la Comisaría 12 de La Banda— fue denunciado por atacar a golpes a Pacheco, arrastrarla por el piso y agredir a sus hijas, entonces de 3 y 1 año, y a las tías de la mujer. “Si él se acerca a mis hijas los voy a matar a él y a vos”, la amenazó, acusándola de una supuesta relación con un amigo suyo.
A siete años de aquel episodio, Pacheco describe un presente de angustia y desamparo: “Estoy desesperada… mis hijos crecen y no tenemos un techo y no sé hasta cuándo podré sostener el alquiler”.
El mensaje que decidió hacer público busca, según explica, “alguna mano leal y de buenas personas que puedan ayudarme a recuperar el hogar de mis hijas”. Y concluye: “Solo quería mandar este mensaje porque ya no sé qué hacer. Muchas gracias por leerme y perdone las molestias”.
