Petri ordenó una auditoría al Iosfa y defendió la compra de F-16

En una de sus últimas decisiones al frente del Ministerio de Defensa, Luis Petri dispuso una auditoría integral al Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa), que atraviesa una crisis profunda marcada por cortes de prestaciones, reclamos de afiliados y una deuda que supera los $200.000 millones. El relevamiento abarcará el período 2019-2025 y busca determinar responsabilidades y dar transparencia a una entidad que presta servicios a 600.000 afiliados, siendo la tercera obra social más grande del país.

El nuevo ministro de Defensa, Carlos Alberto Presti, será quien deba encarar el saneamiento del organismo. Entre sus alternativas figura incluso volver a separar la obra social por fuerza, revirtiendo la fusión de 2013. Trascendió que podría nombrar al frente del instituto a un oficial con trayectoria en sanidad militar.

La crisis del Iosfa se agravó durante las gestiones de Oscar Sagás y Roberto Fiochi, señaladas por el Foro de Generales Retirados como responsables del fuerte deterioro financiero. Según fuentes castrenses, la deuda crece a un ritmo de $20.000 millones por mes. A esto se suman aportes patronales impagos desde 2017 por parte de las Fuerzas, que ascienden a $155.514 millones.

En enero de 2025, la obra social tomó un préstamo de $40.000 millones al IAF que, por su elevado costo financiero, terminó convirtiéndose en una obligación final de $88.400 millones, de los cuales solo se pagaron tres cuotas.

Petri defendió la compra de F-16: “La operación más importante en 40 años”

Ya como diputado nacional, Petri también defendió la reciente incorporación de los aviones F-16 adquiridos a Dinamarca, una compra que condujo durante su paso por Defensa. Consideró la operación como “la más importante de las Fuerzas Armadas en los últimos 40 años” y afirmó que implica para la Fuerza Aérea “un salto tecnológico de al menos 30 años”.

“Logramos tener disuasión efectiva, no de cotillón, y recuperar el control de nuestro espacio aéreo”, señaló en declaraciones a TN. Recordó que Argentina no contaba con aviones supersónicos desde 2015, cuando fueron desprogramados los Mirage franceses.

Frente a las críticas del kirchnerismo, Petri fue tajante: “No me afectan. Ellos desfinanciaron y destrataron a las Fuerzas Armadas”. Aseguró que, a diferencia del proyecto frustrado de adquirir cazas JF-17 chinos, la compra actual responde a un estándar internacional comprobado: “Del JF-17 se fabricaron 145 unidades; del F-16, más de 4.500, de las cuales 3.600 están en servicio”.

Petri subrayó que unos 800 F-16 operan hoy en Estados Unidos, “la principal potencia militar del mundo”, y que más de 26 países los utilizan. “No hay discusión técnica posible: son aviones modernizados y tendremos capacidad aérea para 25 años más”, expresó.