
El 14 de febrero se conmemora el Día de San Valentín, una fecha que siempre fue asociada con el amor y la amistad y que tiene antecedentes en la antigua Roma. Su origen no está completamente definido, aunque se vincula con la figura de San Valentín y la festividad pagana de la Lupercalia.
En la Roma antigua, el 15 de febrero se celebraba la Lupercalia, una festividad dedicada a Lupercus, dios de la fertilidad. Durante la celebración, los jóvenes solteros participaban en sorteos que establecían parejas para el año siguiente. Con la expansión del cristianismo, la Iglesia Católica reemplazó esta festividad con el Día de San Valentín el 14 de febrero.
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Existen diferentes relatos sobre San Valentín. Una de las versiones más difundidas indica que fue un sacerdote cristiano que desafió el decreto del emperador Claudio II, quien prohibió los matrimonios entre jóvenes soldados. Valentín habría continuado celebrando bodas en secreto, lo que llevó a su detención y ejecución el 14 de febrero. Otra historia sugiere que, mientras estaba encarcelado, envió una carta de despedida a la hija de su carcelero firmada como “tu Valentín”, lo que habría originado la tradición de intercambiar mensajes de amor en esta fecha.
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A lo largo del tiempo, la festividad adquirió popularidad y comenzó a expandirse en el siglo XIX. En 1840, la estadounidense Esther A. Howland impulsó la venta masiva de tarjetas de San Valentín con ilustraciones de corazones y la figura de Cupido.
Actualmente, el Día de San Valentín es celebrado en diversos países con intercambios de tarjetas, regalos y actividades entre parejas y amigos.