
El amor tiene tantas formas como personas en el mundo. Para algunos, es un torbellino de emociones pasajeras; para otros, un compromiso que se construye día a día. Para Rodolfo Legname, arquitecto, gestor cultural y defensor incansable del patrimonio santiagueño, el amor ha sido, a lo largo de su vida, un refugio, un desafío y un acto de valentía.
“Yo me he escondido mil años”, confiesa en una charla íntima en la que se anima a recorrer su historia personal. “Me ha costado decir ‘Sí, soy gay’. Ha sido mi pareja el que me ha dado la fuerza para animarme a decirlo”. Su testimonio no es solo el de un hombre que ama y amó, sino el de alguien que tuvo que luchar contra prejuicios propios y ajenos, contra su crianza eclesial y contra una sociedad que, durante mucho tiempo, le dijo que lo que sentía estaba mal.
Lope de Vega escribió “Desmayarse, atreverse, estar furioso”, y le puso significado al amor. Legname agrega que el sentimiento implica “reconocerse de algún modo en otro y hacerse cargo de ese otro y entregarse. Creo que el modo es encontrar a alguien con quien vos sientes que puedes compartir un proyecto de vida. Lo aprendí en mi vida. Lo escuché de un sacerdote que dijo: ‘El amor se construye todos los días’. Yo creo que el amor es poner el cuerpo todos los días y hacerte cargo de la personas que amas”.

Tuvo muchas vidas y amores que recuerda con gran cariño. “Me he desmayado muchas veces, me he enamorado muchas veces. Yo diría que dos veces me he enamorado apasionadamente. Esa cosa de ‘perder la cabeza'”, reconoce.
Los desafíos
“En una ocasión me enamoré de alguien que vivía lejos… Bueno no era tan lejos, era Tucumán, pero tenías que crear la imagen de esta persona ausente de otro modo y ahí fue escribir mucha poesía e infinidad de cartas porque era un modo de acercarse. Recuerdo salir una noche a las ocho de Santiago del Estero, ir a comer a las diez y a las tres volver para ir a trabajar a las 7. Esto hace cuando uno está enamorado”, describe.
Un esfuerzo que pocos están dispuestos a hacer en la actualidad. De hecho, Zygmunt Bauman conceptualizó esta idea en su libro: “Amor líquido”. Entonces, ¿por qué cuestan tanto las relaciones humanas?
“Esto de lo líquido tiene que ver con la ausencia de lo real. En mi juventud, todas mis parejas las he conocido en la vida real. Salvo una vez me enamoré por un chat, y diariamente la persona me recitaba ‘Amor constante’ de Garcilaso de la Vega”, analiza Legname.
“Todas las veces me he enamorado no de una imagen, no de unas palabras, no de una figurita en la pantalla, sino de alguien que estaba delante mío, que podía hablar, compartir un café, tocarme, abrazarme y tener sexo. Ahora lo que pasa es que hay un descompromiso con lo concreto en materia de lo real, no nos hacemos cargo del cuerpo del otro”, continúa.
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“Uno ama a la persona con lo que es adentro, pero también con lo que tiene. Esa persona entera con partes buenas y malas, y poder asumir el dolor con el que porta el otro y decidir estar pese a todo y elegirlo para compartir un proyecto de vida”, describe.
Un video viral y un mensaje que conmovió
A pocas semanas de la marcha antifascista de la comunidad LGBTIQ+, Legname publicó un significativo video en su cuenta e Instagram, donde se quitaba una máscara diciéndole al mundo: “Aquí estoy, esto soy”.
“Sentí que había que decirlo. En esta cuestión de tanto ataque a la comunidad homosexual, de tanta violencia desatada… El problema está en que cuando la máxima autoridad del país habilita un discurso de odio tiene una implicancia terrible”.
Y recordó que siendo funcionario público decidió contarle al actual gobernador, Gerardo Zamora, que estaba en pareja. “Yo fui a decirle: ‘Estoy conviviendo con un poeta’, sin saber si me iban a echar o no, y no se le movió un pelo, y eso es muy importante”, reconoció. Por eso considera importante el peso de las palabras en los funcionarios públicos como el presidente.
Su pareja, Marcelo Ahumada (fallecido en 2019), también estaba ligado a la función pública como director del Museo Histórico de la Provincia. “Fue mi pareja durante 11 años hasta que falleció. Nosotros éramos una pareja homosexual en el gobierno, es decir, si quieres algo más escandaloso que eso…“, recuerda.

“Trabajábamos muchísimo porque creíamos en un proyecto de Estado, de Nación, porque por puto que uno sea y lo uso con total conciencia política, somos argentinos, creemos en esta Patria y ponemos diariamente, nuestro cuerpo, nuestro conocimiento y nuestra inteligencia, no somos menos, no somos nada menos”.
“Sí, soy gay”
“Yo me he escondido mil años, me ha costado decir: ‘Sí, soy gay’. Ha sido mi pareja el que me ha dado la fuerza para animarme a decir, y por otro lado tuve un grado de comprensión desde el poder político que me permitió ser sin decirme escondete”, asegura.
En ese tiempo llegó la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad que otorgó derechos antes negados. Una lucha que fue orgullo nacional y hoy se ve resquebrajada por el ascenso de discursos homo-odiantes.
Esas leyes devolvieron la tranquilidad y la dignidad a muchas personas de la comunidad LGBTIQ+. “El tema es aquello que te dijeron que estaba mal ya no lo era. Tener una ley por encima de la ley de mi padre que me daba derecho a agarrarme de la mano al hombre que amo sin que me expulsaran, que me daba derecho a entrar a un hotel con cama doble sin que me digan usted no puede, son cosas pequeñas de la vida cotidiana que no se ven -porque para la comunidad heterosexual es fácil- son las que nos fortalecían”.
El significado del amor
Para Legname, el amor también es memoria. “Han cambiado las formas de expresión del amor, lo que hay que saber es que el amor es comprensivo, el amor no es posesivo”. Por eso, reivindica los pequeños gestos de antes. “He sacado un pequeño reel diciendo: ‘Mandá una carta de amor en papel’. Porque cuando uno saca una carta y en ese momento estás solo, sabés que alguien te ha amado alguna vez”.
Cree que la honestidad es fundamental. “Cuando se acaba el amor hay que poder decir la verdad, no engañar. Siempre he sido muy espartano: antes que engañar a alguien, decía ‘se terminó’, y recién ahí empezaba una nueva historia”.
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Su filosofía es clara: “Creo que el último gesto de amor es decir la verdad”. Por eso, ha mantenido una relación de respeto con sus exparejas. “Sigo tomando café con ellos. Porque entiendo que estas personas saben cosas que nadie más sabe, hemos compartido cosas que nadie más sabe que hemos compartido, y eso hace que esa persona tenga valor”.
Un mensaje de convivencia
Para Legname, lo fundamental es aprender a convivir. “Comprender, respetar y entender que no todos pensamos igual”. Y traza una diferencia clave: “Siempre me ha gustado marcar la distancia entre diferencia y diversidad. Cuando digo ‘diferente’, es alguien que está enfrente. Cuando digo ‘diverso’, lo que digo es que hay muchos colores distintos, pero todos son necesarios para armar el mundo. Y si al mundo le falta una parte, no está entero”.
El amor, en su esencia más profunda, es un acto de convivencia. Es aceptar al otro, construir juntos y resistir en tiempos difíciles. “Creo que el cuidado y la comprensión del otro que está al frente mío es lo que me permite hacer una comunidad, un país”.