
La Policía de Brasil informó este domingo que logró desarticular un supuesto plan de atentado con explosivos improvisados durante el multitudinario show que Lady Gaga brindó el sábado por la noche en la playa de Copacabana, Río de Janeiro.
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En el operativo, denominado “Fake Monster” —en alusión al álbum debut de la artista pop—, fueron detenidas dos personas: un hombre señalado como el autor intelectual del ataque y un adolescente vinculado a delitos informáticos. Según el comunicado oficial, ambos estaban reclutando participantes por internet para realizar ataques con bombas caseras y cócteles molotov, buscando ganar notoriedad en redes sociales.
De acuerdo con el informe policial, el principal sospechoso promovía discursos de odio y planeaba un atentado con un enfoque específico contra niños, adolescentes y la comunidad LGBTQIA+. Fue arrestado en el estado de Rio Grande do Sul por posesión ilegal de armas, mientras que el menor fue demorado por almacenamiento de pornografía infantil.
La investigación se originó a partir de una alerta emitida por la Subsecretaría de Inteligencia de la Policía Civil (Ssinte), que detectó señales de una red organizada para ejecutar un ataque aprovechando la gran convocatoria del recital de Lady Gaga. Aunque no se especificó el tipo exacto de explosivo, las autoridades confirmaron que se trataba de un artefacto de fabricación casera con capacidad letal.
La operación incluyó 15 órdenes de allanamiento en distintos estados del país, como Río de Janeiro, San Pablo y Mato Grosso, y fue coordinada por varios organismos de seguridad, incluyendo la DCAV, la DRCI, la 19ª Comisaría de Tijuca y el equipo táctico CORE.
“El objetivo principal es proteger a los adolescentes y evitar que la violencia simbólica se traslade al plano real”, declaró Rodney da Silva, director de Operaciones Integradas e Inteligencia del Ministerio de Justicia, en diálogo con el medio UOL.
Para el concierto de la cantante estadounidense, el gobierno brasileño desplegó más de 5.000 agentes de seguridad, junto a drones y cámaras con reconocimiento facial, en un operativo sin precedentes.