Jéssica Rizaro, científica participante de la expedición submarina: “Nos resultó divertidísimo ver que la gente se copaba”

Si esta no es –y sin querer- la campaña de divulgación científica más exitosa de la historia, se queda demasiado cerca. En casi tres semanas, en Argentina se reivindicó el interés por la ciencia, con viajes virtuales exploratorios al fondo del mar, de la mano de 25 profesionales que no dejaron dudas de su pasión por lo que hacen.

Jéssica Rizaro es una de ellas. Graduada de licenciada en Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y becaria doctoral de CONICET (2021) y de la UBA contó a Info del Estero la grata sorpresa que se llevaron cuando usuarios de la web mostraron interés por su trabajo.

El 23 de julio se embarcaron en la expedición “Talud Continental IV” para explorar el cañón submarino Mar del Plata, en una campaña liderada por un consorcio de instituciones nacionales respaldadas por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).  La participación del buque de investigación del Schmidt Ocean Institute, el R/V Falkor (too) permitió conocer la biodiversidad del fondo del mar y recolectar muestras a 3500 metros de profundidad.

En el caso de Jéssica, la integración al equipo científico parte de una invitación del jefe científico de la expedición, quien es su director de tesis doctoral. No obstante, aclara que quienes presentaron el proyecto ganador para subir al buque fueron Daniel Lauretta y Santiago Herrera, junto con otros investigadores argentinos.

Era la primera vez que la profesional participaba de una excursión de este tipo. Subió al que consideró un “buque de lujo” con científicos a los que conocía, como colegas o docentes; más dos invitados extranjeros a quienes tuvo la posibilidad de conocer durante la estadía en el R/V Falkor (too).

Independientemente de sus años de estudio, se sorprendió con las escenas que ofrece el fondo del mar. ¿Lo más llamativo? “La diversidad; la cantidad de formas de vida, de colores que tenían los animales” que hallaron, según explicó.  “Nosotros pensábamos que como no había luz, la cantidad de colores que podíamos llegar a ver no iba a ser muy variable. Pero la verdad que nos llevamos una gran sorpresa”, señaló.

Las especies que estudia Jéssica forman una especie de jardín, pero no los que encontraron en esta campaña. “Los que encontramos fueron esos jardines de corales duros en los que se veía la mayor cantidad de biodiversidad y de colores”, comentó.

Previo a esto, esperaba mayor abundancia de algunas especies. También supo que no se hallaban formando “bosques” o “jardines”, sino que vivían de “de forma muy aislada”. Y hubo más sorpresas: “De otros, que no tenía ni idea de cómo podían llegar a vivir, los encontré bastante agrupados y de forma más abundante”.

“Fue una cosa de locos”

A medida que la expedición “Talud Continental IV” comenzó a promocionarse casi sin querer en las redes sociales, el número de usuarios conectados a las transmisiones del Schmidt Ocean Institute en YouTube subían vertiginosamente. El algoritmo hizo lo suyo, arrastrado, no por una campaña publicitaria específica, sino por el interés que había despertado en los hogares de Argentina.

Las imágenes completamente nítidas, producto de una compleja tecnología de cámaras. La locución de los mismísimos científicos explicando todo lo que se veía, de manera desestructurada y correcta. Una “comunidad” creada por un imparable chat de preguntas, chistes e interacción con los profesionales. Un combo que resultaba tan atrapante, como efectivo a la hora de contar una pequeña parte de lo que hacen los científicos.

Que las transmisiones contaran con casi 100.000 usuarios conectados (sin estimar la cantidad de personas frente a cada pantalla) fue toda una sorpresa para los científicos argentinos. Al final de la campaña dejaron en el mar un mensaje inolvidable para quienes los siguieron: “Gracias por el apoyo”. Del otro lado, un chat explosivo con devoluciones del agradecimiento por las enseñanzas y la pasión con la que ejercen su tarea.

“Nosotros no esperábamos que fuese tan masiva la respuesta y el interés de la gente”, planteó Jéssica. Pensaban y se “conformaban” con que “mil o dos mil personas, que eran más o menos lo que podíamos llegar a juntar entre amigos, familiares, conocidos” siguieran la transmisión.

“Llegar a casi 100 mil personas fue una cosa de locos. Más teniendo en cuenta los números que manejaban las transmisiones del Smith-Ocean Institute, que eran alrededor de 800 o 900 personas en simultáneo. Nosotros rompimos ampliamente ese récord”, expresó sobre el “golazo”.

A cuatro días de finalizada la expedición, desconoce cómo pudo ocurrir algo así. “No lo esperábamos y hasta el momento no nos lo explicamos. Estamos sorprendidos y gratamente”, dijo. Claro que agradecieron a quienes se encargaron de las redes sociales del CONICET y la comunicación que hicieron su parte, pero aún así no se esperaban la dimensión que alcanzó la campaña. “No tenemos ni idea de por qué la gente se interesó tanto”, añadió la científica.

“Nos empezaron a llegar memes y noticias”

La repercusión de las transmisiones les llegó de manera inmediata, gracias a que contaban con WI- FI en el buque. “Estábamos bastante conectados con nuestras familias y amigos y de un momento al otro empezamos a ver cada vez más gente conectada, preguntas en el chat de YouTube, en los views y nos empezaron a llegar memes y noticias”, señaló.

Desde entonces, los ánimos acrecentaron. Era otra sorpresa para los investigadores. “Nos íbamos sorprendiendo junto con ustedes porque decíamos ‘¿qué hace tanta gente haciendo memes?’ ‘¿qué hace tanta gente viéndonos?’ Y la verdad que nos resultó divertidísimo ver cómo la gente se copaba y se sorprendía con nosotros”, reveló Jéssica con satisfacción.

Docencia desde las profundidades del mar

Es innegable que el éxito de las transmisiones en YouTube va de la mano –también- de despliegue de docencia de características “inesperadas” para algunos. Los científicos se alejaron de los tecnicismos para describir de manera sencilla la flora y fauna que habita en las profundidades del mar.

Para la bióloga consultada, esto se debe a que “la mayoría de las personas que participaron son docentes”. “De una u otra manera, todos hacemos un poco de docencia y muchos son, de hecho, docentes universitarios. Creo que por eso lo transmitieron con tanta pasión y lo tratamos de explicar de la manera más clara posible, como nos hubiese gustado que nos expliquen a nosotros si no tuviéramos los conocimientos que tenemos”, detalló.

Cuando advirtieron la gran cantidad de preguntas de los espectadores que se “coparon”, quisieron “aprovechar” el momento para poder transmitir lo que saben y les gusta. “Y bueno, si sumamos más gente a la que le guste lo que hacemos, mucho mejor”, agregó.

El balance sobre la repercusión fue completamente positivo. Para ella, “siempre es beneficioso generar curiosidad en la gente, despertar ese bichito de querer saber más y querer preguntar y querer aprender. Así que nosotros estamos muy contentos con eso”.

La evidencia del trabajo apasionado

En tiempos en que se menosprecia el conocimiento científico, o se pone en duda su valor, cada las transmisiones en vivo demostraron un apoyo arrollador por parte de la sociedad argentina a labor de los investigadores.

“Creo que quedó más que claro que muchos de los científicos, no sé si todos, porque yo puedo hablar simplemente de mi grupo de trabajo y de la gente que me rodea, somos muchos los que trabajamos y los que nos apasionamos con eso. Creo que quedó en evidencia. Creo que lo que se generó habla por sí solo”, dijo Jéssica Rizaro hacia el final de la entrevista telefónica con “Info”.

Tras recolectar muestras de la flora y fauna están abocados a estudiarlas en los laboratorios. Y, siempre está “la ilusión de poder seguir haciendo expediciones, de poder seguir saliendo con barcos” a explorar la vida submarina. Por fortuna, las investigaciones y los aportes de los científicos argentinos generan satisfactorios antecedentes que les permiten concursar en convocatorias, como las de este proyecto.