Una fuerte controversia se generó tras la final disputada en Santiago del Estero entre Estudiantes de La Plata y Racing, luego de las declaraciones del periodista Flavio Azzaro, quien salió en directo para su canal de streaming desde la ciudad y cuestionó duramente la organización y la infraestructura local.
Consultado sobre el clima y el contexto general, Azzaro afirmó que “es imposible este lugar” y sostuvo que “no hay nada para justificar que el partido se juegue en Santiago del Estero”. En su relato, aseguró que familiares suyos caminaron varios kilómetros para conseguir comida y lanzó expresiones despectivas sobre la calidad de los productos disponibles. También criticó la conectividad aérea y remarcó que muchos hinchas debieron viajar a otras provincias para luego trasladarse por tierra hasta Santiago.
Además, señaló que se trata de una decisión “política” y cuestionó que, de las últimas finales, una gran mayoría se hayan disputado en la provincia, pese a tratarse de equipos del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Las declaraciones no tardaron en generar respuesta. El subsecretario de Turismo de Santiago del Estero, Nelson Bravo, publicó un video en sus redes sociales titulado “Atendiendo porteños, 24 horas abierto”, en el que rechazó los dichos del periodista y defendió la capacidad de la provincia para albergar eventos deportivos de gran magnitud.
Bravo cuestionó la coherencia del relato de Azzaro, especialmente en relación con los gastos que habría tenido durante su estadía. Según explicó, si el periodista afirmó que el viaje le costó alrededor de 1.200 dólares y que el pasaje representó unos 400, entonces el resto del gasto se habría realizado en la provincia. “No sé dónde estaba alojado para tener que caminar tres kilómetros para conseguir un pancho”, ironizó.
El funcionario también destacó el impacto económico de la final, señalando que unas 30.000 personas visitaron Santiago del Estero por el partido. Si bien aclaró que las estimaciones finales aún están en evaluación, indicó que el movimiento económico rondaría los 5 millones de dólares, rechazando versiones infladas y defendiendo la organización local.
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