Locura navideña: Papá Noel Carabajal repartió cerca de mil regalitos en su tradicional caravana por los barrios

En una Navidad atravesada por noticias dolorosas y un saldo negativo en las calles de Santiago del Estero, la madrugada de este 25 de diciembre también dejó lugar para una historia luminosa. Como ya es tradición, Papá Noel Carabajal volvió a recorrer la capital santiagueña con su clásica caravana familiar y repartió más de 940 bolsitas de regalos entre niños y niñas de distintos barrios de la ciudad.

La caravana, integrada por camionetas, motos, música navideña y una familia entera comprometida con llevar alegría, salió una vez más después del brindis, demostrando que incluso en los contextos más difíciles, la solidaridad encuentra la manera de abrirse paso.

Una misión cumplida, otra vez

Tras finalizar el recorrido, Tatiana “Tati” Pérez, una de las organizadoras, volvió a hablar con Info del Estero y compartió la emoción de una noche intensa y feliz. “Gracias a Dios, un año más se ha podido hacer la caravana. Estamos muy contentos y emocionados como familia, porque hemos logrado cumplir un año más”, expresó.

Según contó, este año lograron armar entre 940 y 950 bolsitas, superando lo alcanzado en la edición anterior. “A último momento llegaron más donaciones, bolsitas ya armadas con golosinas y hasta peluches. Fue algo muy, muy lindo”, relató.

Más manos, más regalos, más alegría

La respuesta de la comunidad fue clave. “Este año recibimos muchas más donaciones que el año pasado. No llegamos a las mil bolsitas que soñábamos, pero superamos los 900, y eso nos deja súper contentos”, destacó Tati.

La caravana pasó por varios barrios y, como cada año, fue recibida con entusiasmo. “Nos esperaban los chicos, pero también los grandes. Corrían los adultos para recibir un regalito y llevarlo al sobrino, al hijo, al nieto. Fue muy emocionante”, contó.

Una noticia feliz en medio de días difíciles

En una Navidad que dejó tristeza por la cantidad de accidentes y pérdidas en la provincia, la caravana de Papá Noel se transformó en un pequeño gran gesto que devolvió sonrisas, abrazos y esperanza. Una vez más, la familia Carabajal demostró que la magia no está solo en los regalos, sino en el tiempo, el amor y la decisión de salir a compartir alegría.

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