La muerte de una joven madre de 20 años conmovió al barrio Evita de Río Gallegos el 27 de junio pasado. No obstante, la causa que se inició como un presunto suicidio dio un vuelco en menos de una semana y ahora los investigadores no descartan que haya sido víctima de un femicidio. Hay cuatro sospechosos en la mira.
“Mi mamá no se levanta”, fueron las palabras que dijo el mayor de los hijos de Karen, de cuatro años, a la dueña del departamento que alquilaban en la parte delantera de la propiedad, ubicada en el cruce de las calles Pablo Neruda y Juana Inés de la Cruz.
El informe de los forenses determinó que la causa de muerte de la joven había sido asfixia por ahorcamiento. Esto, sumado a la soga que se encontró en la escena, inclinó a los investigadores sobre la hipótesis de un suicidio.
“Chiquita, sólo vos sabés por qué lo hiciste. Perdón por no haberte ayudado más. Hoy y mil veces más me lo voy a lamentar”, fue uno de los mensajes de despedida que aparecieron en las redes tras conocerse la noticia. Pero la situación cambió en las últimas horas a raíz de la declaración de testigos.
De acuerdo a la información a la que accedió La Opinión Austral, varias personas afirmaron haber visto a la expareja y padre de los hijos de la víctima ingresar a su casa horas antes de la encontraran muerta y afirmaron además que ambos venían de una separación conflictiva.
Hasta el momento, trascendió que son cuatro las personas que investiga la Justicia en relación a la muerte de la mujer, aunque se desconce cuál era el vínculo que tenían con la expareja. En tanto, se le dio intervención a la Secretaría de Niñez, a cargo de Gildo Verón, para asegurar el bienestar de los menores.
