En un caso que conmocionó a la opinión pública, una mujer denunció en 2018 que su hijo de 4 años había sido abusado por su profesor de música en un reconocido jardín privado de Santiago del Estero. Tras ese primer caso, a fines de octubre de ese año, otra mamá reveló que su hijo le contó situaciones similares.
El inicio de la investigación también llevó a la detención del docente, sin embargo, en noviembre de 2020, la Justicia dispuso su liberación. Seis años después, el profesor identificado como Jerónimo Moyano salió a la luz pública asegurando que buscará “limpiar su honor”.
Estas palabras dichas en un noticiero local removieron una denuncia que la Justicia desestimó por haber prescrito. Se trata del caso de Desirée, sobrina del acusado, quien brindó su testimonio a Info del Estero.
Todo sucedió cuando ella tenía 7 años, y él 25. En ese entonces, el profesor visitaba su casa durante las vacaciones. En una de esas ocasiones se produjo el abuso que mantuvo en silencio por muchos años.
En 2018 cuando salió a la luz el caso del jardín de infantes, Desirée se armó de valor y decidió avanzar por la vía judicial y denunciarlo.
Afortunadamente, la joven tuvo el apoyo incondicional de su familia cercana, incluso cuando decidió revelarle a su madre lo sucedido. Fue unos años antes de que se conociera lo del jardín. “Recuerdo que habíamos ido de compras con mi mamá y mi papá. En un momento él se baja, y me quedo con mi mamá. Ahí pude contarle todo”, dijo.
“Yo había visto una noticia en la que decían que él iba a dar clases a niños, y en ese momento yo dije: ‘Pobres chicos'”, agregó. Una reacción que luego pudo explicar a su entorno más cercano, y en 2018 ante la Justicia.
El saber que niños de apenas 5 años habían padecido lo que ella cuando era apenas una niña, reactivó un momento de su vida que siempre trató de dejar atrás. Esa es una de las razones por las cuales, los especialistas jurídicos y psicosociales aseguran que las víctimas hablan cuando pueden.
Cuando pudo poner en palabras ese hecho traumático, sintió que finalmente se alivianó la mochila que había cargado durante tanto tiempo. Con ese mismo impulso decidió denunciar pero la Justicia le dio la espalda por los años que habían pasado.
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Su abuela rompió con la familia
Cuando la familia conoció la verdad, su abuela insistió en que desista de la denuncia. Pero su padre, hermano del acusado, la acompañó y apoyó en todo momento. La búsqueda de justicia era innegociable.
A raíz de eso, la mujer que hoy defiende a su hijo en esta cruzada por “limpiar su imagen”, se alejó del resto de la familia. Por eso, para la joven de 35 años, es importante creer en las víctimas.
“Esa es una de las razones por la que decidí poner la cara, hablar de esto para que otras víctimas se animen a denunciar. Hoy él se muestra como una persona serena que tiene a Dios de su lado pero es un violento”, continuó.
“El perfil de la madre de la víctima no tiene nada que ver para descreer de lo que contó un niño de 5 años”, expresó. Es que, según su testimonio, el del pequeño no sería el único caso a lo largo de la vida del acusado.
Dentro de la familia -asegura- conocen situaciones similares que nunca fueron denunciadas y espera que el paso que da con esta entrevista sea el punto de partida para que se destape la verdadera cara de Moyano.
