
Por Silvina Gómez
Este 9 de mayo se cumplen 13 años de la sanción de la Ley 26.743, conocida como Ley de Identidad de Género. Aprobada en 2012, esta legislación convirtió a Argentina en pionera mundial al reconocer el derecho de las personas a ser tratadas conforme a su identidad de género autopercibida. Implica, entre otras cosas, poder modificar nombre, imagen y sexo registrado en el DNI sin necesidad de intervenciones quirúrgicas ni tratamientos hormonales.
En este aniversario, hablamos con Nax, un artista trans de Santiago del Estero que nos invita a tomar conciencia sobre el respeto entre seres humanos. DJ, productor, músico y cocinero, a sus 30 años se define como un referente, más que un activista. “Cuando era pequeño jamás vi a una persona trans ocupando lugares importantes, como pisar un escenario como DJ en un boliche importante de Santiago. Y de alguna forma, estar ahí es mostrar que sí se puede”.
Nax inició su tratamiento hormonal hace un año y medio. Su experiencia, profundamente personal, también es colectiva: “Transicionar no es para cualquiera. Con las hormonas no se juega. Estoy compartiendo vivencias con los que me rodean porque eso te hace sentir menos solo. Mi camino ha sido con mis amigues; estamos en esta lucha juntes”.
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En su recorrido, reconoce la importancia de la ley: “Es algo fundamental para las personas trans, porque te ampara legalmente en cosas que las personas cis tienen naturalmente: el acceso al cambio del DNI, a la salud. Muchas personas pudieron empezar tratamientos, conseguir trabajos dignos. A mí me pasó de dejar un currículum y que lo miren raro por cómo me veo, en vez de por mis aptitudes”.
¿Siempre te sentiste varón?
“Toda la vida no. Me sentía no binarie. Pero hace un año aproximadamente me di cuenta de que me sentía representado masculinamente, aunque mi mente no es tan de un hombre, me encanta verme masculino”, explicó.
Ingresar al mundo de la música —muchas veces machista— fue un desafío. “Desde muy chico estoy en el under, por eso me gané cierto respeto, pero no fue fácil. Empecé a los 15, ahora tengo 30. Es un camino largo. La gente me ve en los videos, pero vengo laburando hace años. Todavía hay que ir por más, y eso no significa tener dinero, sino del amor simbólico. Sacar dinero de la música está muy complicado, tiene que ver con llegar a la gente”, señaló.
Sobre los avances en inclusión, educación y salud, Nax es claro: “No estamos súper evolucionados. Falta concientizar. A veces se olvidan de que somos personas. Hay gente que se queda en cosas superficiales y te falta el respeto. Estos cambios se ven más en las ciudades grandes. Falta mucho todavía. A partir de leyes como esta y el matrimonio igualitario, mucha gente se asusta, pero solo queremos vivir tranquilos, ser felices, trabajar…”.
Para quienes están empezando este camino, deja un mensaje esperanzador: “Ojalá tengan un grupo de amigues que los apoye. Cuando sos adolescente te sentís solo. Pero hay que seguir creyendo en uno mismo y ser lo que uno quiera ser. Si tienen miedo de hablar con su familia, piensen que sus padres los aman. A mí me ayudó estar rodeado de mi gente. Para cualquier vínculo lo principal es el respeto”.
¿Qué piensas sobre las situaciones o crímenes de odio?
Aunque no ha vivido situaciones de odio en la vía pública, sí ha recibido ataques en redes sociales. “Siempre estoy acompañado por mis amigues, pero sé de casos de personas cercanas que sí sufrieron agresiones. Esas cosas tienen que ver con el contexto social, político, económico. La ley te ampara en teoría, pero en la práctica, sobre todo en salud, estamos desprotegidos. No están llegando medicamentos, ni siquiera para pacientes oncológicos. Hay mucho por ajustar todavía”.
A 13 años de una ley histórica, las voces como la de Nax nos recuerdan que más allá de los marcos legales, la lucha por una sociedad más justa e inclusiva sigue siendo una tarea cotidiana.