
Un hombre identificado como Diego Vega perdió el 40% del cráneo, y como consecuencia quedó sordo de un oído y ciego de uno de sus ojos debido al brutal ataque de uno de los invitados al cumpleaños de 15 de una vecina. Todo se desató porque Vega se negó a darle una copa de vino más a su agresor.
El afectado permaneció internado 27 días en terapia intensiva y atravesó un año y tres meses de rehabilitación, debió cambiar de trabajo y sufre secuelas graves. Por el hecho ocurrido en 2021, el Tribunal Federal Nº1 de Mar del Plata condenó a nueve años de prisión al autor del hecho Diego Sebastián Paredes, de 37 años.
La Justicia lo consideró culpable por el delito de “homicidio en grado de tentativa” luego de agredir a traición a Vega.
Desgracia
De acuerdo a la información del portal del diario La Capital, el hecho ocurrió el 15 de noviembre de 2021 cuando la familia Vega celebró los 15 años de una adolescente en un domicilio del barrio La Herradura, en “La Feliz”, al que Paredes y otros vecinos asistieron, sin haber sido invitados.
El agresor y las demás personas intentaron ingresar, al tiempo que quisieron llevarse unos vinos para consumir en la vía pública, pero Vega se los negó, por lo que uno de los vecinos lo insultó y el damnificado lo enfrentó.
Vega declaró que “como fueron a prepotearlo a su casa, se puso a pelear de manos”. En ese momento, Paredes lo atacó de manera brutal con un caño galvanizado y no permitió que Diego pudiera defenderse.
La víctima se desmayó en cuatro ocasiones, perdió el conocimiento y fue derivado de emergencia al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Sostuvo que recuerda haber sido golpeado, pero no al autor material, mientras que resaltó: “Creo que intentaron rematarme en el piso”.
Pidieron 17 años de cárcel
Los jueces Paula Soulé, Juan Facundo Gómez y Pablo Javier Viñas descartaron la alevosía, un agravante que fue solicitado por el fiscal Carlos Russo, que pidió una pena de 17 años de cárcel.
El fiscal consignó que “ha quedado demostrado no sólo la gravedad de las lesiones padecidas por la víctima, sino las múltiples secuelas de carácter vital que han quedado en su salud a consecuencia del hecho de esta causa”.
Sin embargo, los magistrados remarcaron que Vega se encontraba “en estado de alerta” dado que había “una situación de pelea”, por lo que podía esperar una posible lesión de cualquiera de los vecinos.
La defensa de Paredes peticionó la absolución por señalar que la autoría no estaba acreditada y que la causa debía ser caratulada como lesiones graves, un ilícito excarcelable.