
En la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), Tomás Cazala un docente de la Facultad de Ciencias Económicas descubrió su secreto mejor guardado ante una clase. Una de las estudiantes que asistía a sus clases era en realidad su madre, de 62 años.
La mujer decidió continuar estudiando, más allá de la edad y le tocó como profesor, nada más u nada menos que su hijo. Ambos habían acordado no decirlo ante el resto de la clase, por lo que la confesión sorprendió muy emotivamente a todos los cursantes.
Cazala compartió la historia en su cuenta de TikTok, con un video del momento en que avisó a sus alumnos del parentezco. Todo comenzó como un “secreto”, cuando su madre le pidió “ser oyente del segundo cuatrimestre de Marketing Digital el año pasado”.
“Gabriela, quien está acá al lado mío y estoy muy orgulloso, es mi mamá”, ante la mirada atenta de los otros estudiantes. Y es que, si bien la mujer ya tenía su título, quería de seguir aprendiendo. Por eso es que se anotó junto a una amiga para cursar, rindió los exámenes de ingres y aprobó.
Sí. Mi mamá fue mi alumna. Y yo fui su docente. El último día, al entregar las notas, dije unas palabras, y no pude aguantar el llanto. El aula entera se emocionó. Hoy quiero compartirlo con ustedes”, comentó el catedrático al compartir el video.