Todo está listo para que la Cámara de Diputados defina este miércoles si el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento a las universidades públicas nacionales que aprobó el Congreso queda firme o es rechazado, en un final todavía incierto, donde la disputa es voto a voto y de la que tampoco será indiferente la presencia o no en el recinto.
Solo con los fieles propios asegurados y ante la posibilidad de un panorama adverso, la Casa Rosada –a través del ministro Luis “Toto” Caputo— ya anunció que judicializará la ley si el Parlamento rechaza el veto presidencial. Aunque la mesa chica del PRO, con Mauricio Macri a la cabeza anunció que respaldará el veto de Milei, en la bancada amarilla y socia del Gobierno libertario saben que no podrán encolumnar a toda su tropa detrás de la decisión del expresidente. En la UCR –-que pidió la sesión— pujan por unificar posturas a favor del rechazo, pero admiten que habrá deserciones de radicales violetas que respaldarán el veto. El resto del grueso del espacio opositor, especialmente Unión por la Patria y Encuentro Federal que se pronunciaron por el rechazo, trabaja por garantizar la presencia de sus propios diputados en la sesión. Mientras el Gobierno aumenta las presiones sobre los gobernadores indefinidos (como Tucumán, San Juan y Misiones), pero que ante la magnitud del reclamo universitario aun evalúan el costo político que significará en sus propios territorios avalar el veto presidencial.
Voto a voto
La presidencia de la Cámara de Diputados oficializó la convocatoria a sesionar para este miércoles a partir de las 11 de la mañana para pronunciarse por el veto presidencial al financiamiento universitario, que habían pedido por separado la UCR; Encuentro Federal junto a la Coalición Cívica, el Movimiento Popular Neuquino y Por Santa Cruz; y Unión por la Patria.
Los números son muy finos en una disputa por tercios y con un final abierto donde los cálculos se siguen minuto a minuto. Desde las bancadas opositoras que pidieron la sesión afirman que alcanzarán una porción muy amplia de los 257 diputados que integran la Cámara baja: una cifra que alcanzaría 160 diputados que se pronunciarían por el rechazo al veto de Milei y la más optimista se extendería a 164.
Aún así la pelea es por alcanzar los dos tercios de los presentes en la sesión, necesarios para convalidar el rechazo. Por eso la mirada también está puesta en la vereda de enfrente y los números que puedan reunir el Gobierno y sus aliados para arañar el tercio de los diputados que permitan (como sucedió con la movilidad jubilatoria) blindar el veto de Milei. Si los bloques que van por el rechazo reúnen 160 votos, el Gobierno necesitará de 80 entre propios y aliados para alcanzar su objetivo; y 82 si los opositores sumar 164. Por eso la disputa también pasa por el rol que jugarán las presencias y ausencias en el recinto de uno y otro lado.
Rechazo
Entre las bancadas que se pronunciaron por el rechazo, varias de ellas trabajan en garantizar la presencia de todos sus diputados en el recinto: UxP (99 diputados); EF (14); CC (6); MPN (1); y SC (2); a los que se sumará el FIT (5).
LA UCR terminará de definir sus propios números en la reunión de bloque de hoy, aunque hay ya algunas certezas: 27 de los 33 integrantes estarán en el recinto para votar por el rechazo al veto y un ausente con licencia (Fernando Carbajal). Mientras que los 5 “radicales con peluca”, como lo definieron los propios boinas blancas luego que se plegaron al veto presidencial contra la jubilaciones, dividirían posturas: 2 de ellos (Martín Arjol y Pablo Cervi) se ausentarían, mientras los otros 3 (Luis Picat, José Tournier y Mariano Campero) seguirían alineados con el Gobierno y los harán a favor del veto.
Por el rechazo también se pronunciaron los 3 salteños y uno de los tres misioneros que integran el interbloque Innovación Federal. Así como los díscolos de los bloques aliados del Gobierno: entre ellos Alvaro González y Héctor Baldassi (PRO); incluso la libertaria Lourdes Arrieta, expulsada de LLA.
Todos ellos suman 160. Mientras que la expectativa en el arco opositor es sumar a los otros dos misioneros que responden a su gobernador Hugo Passalacqua y al rionegrino alineado con Alberto Weretilneck.
Por el veto
La Casa Rosada también busca fidelidades entre los aliados para blindar el veto, aunque esta vez encontró algo más de resistencia que con el rechazo al escaso aumento para las jubilaciones. El Gobierno cuenta con 38 de sus 39 diputados (Lilia Lemoine de gira por Ucrania, no llegaría para la sesión). Los tres aliados del MID sufrirían la baja de su jefe, Oscar Zago, también de viaje.
El espaldarazo de Mauricio Macri le sumaría al Gobierno gran parte de los suyos, aunque el jefe del bloque amarillo de diputados, Cristian Ritondo, solo habría conseguido la adhesión de 33 de sus 38 dirigidos. El bloque se reunirá hoy para discutir el tema, pero a las dos deserciones ya mencionadas se sumarían algunas ausencias, como sucedió el día que la Cámara baja le dio media sanción a la ley de Financiamiento Universitario. De su lado, el gobierno también tendrá las manos de la tucumana Paula Amodeo y los 3 radicales violetas. Con los que suma 77 fieles a favor del veto de Milei.
Una cifra que no brinda garantías a la Casa Rosada, que aumentó en las últimas horas las presiones sobre gobernadores que dudan en el acompañamiento al veto. Entre ellos, el peronista Osvaldo Jaldo y sus tres diputados que le responden y que hasta ahora funcionaron como aliados al gobierno nacional; y el sanjuanino Marcelo Orrego y sus dos diputados.