Tras un lunes marcado por el desconcierto y el caos, España y Portugal comenzaron este martes a recuperar la normalidad luego del histórico apagón que dejó sin electricidad a millones de personas en la Península Ibérica. El gobierno español informó que el 99% del servicio eléctrico fue restablecido desde las primeras horas del día, lo que permitió reactivar parcialmente el metro en Barcelona y completamente en Madrid, así como la restitución casi total de los servicios de telefonía e Internet.
Desde el Palacio de la Moncloa, el presidente Pedro Sánchez brindó una tercera conferencia de prensa en la que aseguró que aún no existen pruebas concluyentes para afirmar que el apagón fue provocado por un atentado, aunque advirtió que “sería imprudente descartar cualquier hipótesis”. En paralelo, un juez de la Audiencia Nacional abrió una investigación de oficio para determinar si hubo sabotaje informático, un delito que podría calificarse como terrorismo si se comprueba una intención de desestabilizar el orden público.
El colapso se originó, según datos oficiales, a las 12:33 del mediodía del lunes, cuando desaparecieron abruptamente 15 gigavatios del sistema eléctrico, equivalentes al 60% del consumo nacional. La Red Eléctrica Española descartó un ciberataque, así como errores humanos o fenómenos meteorológicos, y señaló como probable origen una falla en la generación solar.
El rey Felipe VI encabezó esta mañana una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional junto a Sánchez y varios ministros. Allí se definió que una comisión liderada por la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, investigará las causas del apagón. Mientras tanto, Sánchez advirtió que la “crisis no ha terminado” y no descartó exigir responsabilidades a operadores privados si corresponde.
Desde la oposición, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, criticó la gestión del gobierno y renovó su reclamo para extender la vida útil de las centrales nucleares. Sánchez respondió de forma tajante: “La generación nuclear también se cortó; quienes vinculan esto con la falta de energía nuclear mienten o ignoran los datos”.
En Portugal, donde también se registraron interrupciones, el operador PEN confirmó que el servicio fue completamente restablecido para sus 6,4 millones de usuarios. El gobierno portugués descartó un ciberataque y atribuyó el corte a un problema en la red de transporte eléctrico, posiblemente originado en España.
Pese al restablecimiento de la energía, España no logró aún retomar completamente su ritmo habitual. Las escuelas públicas abrieron sus puertas, pero no dictaron clases, y el servicio ferroviario de media y larga distancia opera con importantes demoras y cancelaciones. Unos 11 trenes aún permanecen en recuperación en zonas de difícil acceso y más de 35.000 pasajeros tuvieron que ser rescatados.
Las imágenes del apagón reflejan el desconcierto de un país paralizado: supermercados colapsados, calles repletas, largas filas para tomar colectivos y miles de personas incomunicadas. En las principales ciudades, la luz regresó recién después de las 20, y muchos jóvenes se volcaron a plazas y espacios públicos para improvisar festejos cuando la electricidad volvió.
La investigación sobre el apagón histórico apenas comienza, y aunque el suministro eléctrico ya fue restablecido, las preguntas persisten: ¿Qué ocurrió realmente en esos cinco segundos críticos que derrumbaron la red eléctrica? ¿Y quiénes son los responsables? Por ahora, España y Portugal buscan respuestas mientras intentan consolidar la vuelta a la normalidad.
